Inteligencia artificial
Yuval Noah Harari, historiador y tecnólogo: "Si confiamos nuestra memoria a una IA, nada quedará de nosotros"
El historiador israelí ha vuelto a charlar sobre la inteligencia artificial, esta vez, indicando que la IA requiere compasión y no solo premura e innovación.
Últimamente, el historiador israelí Yuval Noah Harari ha estado reflexionando mucho sobre la inteligencia artificial. Recientemente estuvo comentando una de las cuestiones que, bajo su parecer, está destruyendo Internet: los robots que fingen ser humanos.
No es la primera vez que Harari critica la gestión de las grandes compañías con respecto a la inteligencia artificial. El filósofo israelí también argumentaba que en un futuro próximo la IA reemplazará muchos empleos comparándola con la inmigración en la actualidad y, por otra parte, también aseguraba que si logra ganar más autonomía podría llegar a "convertirse en una bomba atómica".
Ahora, Yuval Noah Harari ha vuelto a la carga para volver a corregir a la industria tecnológica. Piensa que nos estamos equivocando en la perspectiva y el enfoque. Debemos tomar "una dirección más compasiva", según sugería el historiador y tecnólogo en una conferencia que tuvo lugar en Shanghái.
Yuval Noa Harari crea que debemos medir nuestro progreso de otra forma
El historiador, filósofo y escritor israelí participó en una conferencia en Shanghái para compartir sus teorías acerca de los avances tecnológicos que hemos alcanzado recientemente en el campo de la inteligencia artificial. En la conferencia, Harari insinuaba, que no estamos utilizando el enfoque adecuado.
Si confiamos nuestra memoria a una IA, no quedará nada de nosotros. Debemos medir nuestro progreso, no por la velocidad de nuestra tecnología, sino por la fuerza de nuestra cooperación y por la profundidad de nuestra compasión.
Con estas palabras, el historiador pretende darle mucha más importancia al proceso de creación humano, que a la propia creación per se. La tecnología nos ha traído beneficios innegables en áreas como la salud, el conocimiento, la ciencia y la conectividad. Sin embargo, Harari cree que el ritmo de las innovaciones tecnológicas está siendo demasiado precipitado y esto podría acarrear, consecuencias catastróficas.
Aunque cree que el verdadero peligro no reside en una "rebelión de los robots", sino más bien en un cambio de poderes hacia "algoritmos opacos que no podemos ver".