Tecnología
Mejora la eficiencia de las baterías del Audi e-tron
Una optimización en el hardware del sistema de propulsión y ajustes en el software mejoran la autonomía en 25 kilómetros de este modelo eléctrico.
En los próximos años se va a hablar mucho de la autonomía de los vehículos eléctricos, uno de los puntos clave para la reducción de emisiones contaminantes en el transporte por carretera, que en la actualidad se encuentra con tres obstáculos: la reducida capacidad de las baterías, el escaso número de puntos de recarga y el elevado precio de los modelos que hay en el mercado, muchos de gama alta.
Los fabricantes de automóviles son conscientes de que la tecnología no está todavía a punto para dar el salto a una movilidad 100% eléctrica, pero siguen dando pasos muy importantes que vislumbran un futuro a corto plazo sin emisiones al circular, otro tema muy distinto es la procedencia de la electricidad y el alto coste energético necesario para la producción de las baterías.
A mediados de este año, la firma alemana Audi lanzaba al mercado su primer modelo de producción 100% eléctrico, un SUV de gama alta que ofrecía la posibilidad de circular hasta 411 kilómetros sin emitir ningún tipo de sustancias contaminantes a la atmósfera, ya que se mueve con un dos motores eléctricos que se alimentan con unas baterías de iones de litio de 95 kWh de capacidad.
El fabricante ha anunciado que el nuevo e-tron 55 quattro podrá recorrer hasta 436 kilómetros con una carga completa de la batería según el ciclo de homologación WLTP, lo que supone incrementar esa distancia en 25 kilómetros respecto a la autonomía anterior.
Las mejoras se deben a un conjunto de medidas que afectan tanto al conjunto de la transmisión eléctrica del Audi e-tron como a mejoras en el software de gestión. Entre otros puntos, los ingenieros han desarrollado una transmisión más eficiente, que desconecta el motor delantero del suministro en conducción normal, siendo el trasero el que realiza el movimiento de las ruedas, trabajando de forma conjunta si hay una mayor demanda de potencia. También hay mejoras con unos nuevos frenos que reducen el par residual de frenada que se producen como resultado de la proximidad de las pinzas de freno a los discos.
La capacidad de la batería se mantiene en 95 kWh, ofreciendo ahora una utilización neta de 86,5 kWh, y se han realizado mejoras en el sistema de refrigeración, que controla de manera más eficiente la temperatura de los componentes de alto voltaje mediante cuatro circuitos separados. El flujo del sistema de refrigeración se ha reducido, lo que supone que la bomba emplea menos energía y el calor residual de la batería de alto voltaje su canaliza para mantener el habitáculo caliente.
El sistema de recuperación de energía es uno de los puntos clave para ofrecer una mayor autonomía eléctrica, aprovechando la fuerza en retención al levantar el pie del acelerador o cuando se activa el freno mediante el pedal. En ambos casos los motores eléctricos funcionan como generadores, convirtiendo la energía cinética en eléctrica, y el conductor puede regular el grado de retención eléctrico mediante las levas situadas detrás del volante, aumentando la efectividad de las baterías en hasta un 30%.
Próximamente llegará al mercado el segundo modelo completamente eléctrico, el Audi e-tron Sportback, que se ofrecerá con una variante mecánica de 230 kW y 540 Nm que puede recorrer un máximo de 336 kilómetros gracias a una batería de 71 kWh compuesta por 27 módulos, que es 120 kilos más ligera, bajo la denominación e-tron 50 quattro.
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