Móviles
Probamos el Oppo X 2021, un smartphone plegable con espíritu gaming
Es, sin duda, uno de los dispositivos más interesantes y prometedores que se han presentado esta temporada
El Oppo X 2021 es, sin duda, uno de los dispositivos más interesantes y prometedores que se han presentado esta temporada. Su propuesta sin precedentes, con una ingeniosa pantalla extensible, ha llamado poderosamente la atención de medios especializados y entornos gaming, pero el espíritu innovador de la casa china no es un elemento nuevo. La marca cuenta con una extensa tradición de elementos inusuales en sus productos, como la cámara giratoria del Oppo N1, presentada en 2013, o el particular módulo para las cámaras y la identificación facial del Find X de 2018. Tradicionalmente, el fabricante siempre se ha mantenido entre las marcas más innovadoras del sector, por esto mismo no extraña que en el ámbito de los smartphones plegables, Oppo haya optado por salirse de los márgenes preestablecidos proponiendo un teléfono con pantalla extensible.
El Oppo X 2021 es un dispositivo verdaderamente único con muchos valores interesantes, entre otros, para el segmento del videojuego, tanto por sus altísimas características técnicas como por la diversidad que supone su formato de pantalla, un terminal que hemos tenido la oportunidad de probar y que acredita el futuro potencial de esta tecnología. Antes de entrar con nuestra breve, pero intensa experiencia con el Oppo X 2021, es bueno aclarar que el dispositivo no estará disponible hasta dentro de unos meses, por lo tanto, es posible que la versión definitiva modifique algunas de sus especificaciones finales. Obviamente estamos hablando de un dispositivo muy particular y de alta gama, con un peso y grosor muy limitados, elementos que caracterizan a todos los teléfonos inteligentes lanzados hasta el momento que montan una pantalla flexible.
Con tan solo deslizar o presionar un par de veces el botón de encendido, el terminal activa dos pequeños motores que extienden la pantalla de 6.7 a 7.4 pulgadas de un soft OLED, fabricado por BOE. Es un sistema muy complejo, especialmente para un mecanismo diseñado para trabajar hasta en 100.000 activaciones, (una duración estimada de 5 años). La resolución del panel varía desde 1175x2592 píxeles hasta 1785x2592 píxeles, en función de cuando esté cerrado o abierto.
El uso de una pantalla de este tipo, no solo permite tener una cubierta extensible, sino que modifica por completo la estructura interna del smartphone, mostrando el camino a nuevas soluciones en cuanto a cámaras, batería y el resto de componentes que forman un teléfono. El sistema mecánico que regula la extensión de la pantalla está formado por dos motores que aplican una fuerza constante sobre el panel, esto le permite estar siempre en tensión, evitando los pequeños pliegues que hemos visto en otros teléfonos flexibles. Incluso durante la fase de extensión de la pantalla, la tensión permanece constante y no pierde su forma en ningún momento.
También es muy particular la estructura de soporte interna que mantiene en posición el panel OLED flexible, que cambia de forma según el uso del teléfono, y el marco que rodea la pantalla, con un sistema deslizante que adapta el cuerpo al estado del teléfono, ya sea abierto o cerrado. Tan solo observar el mecanismo en acción es realmente espectacular, el sonido que genera es mínimo e incluso la interfaz ha sido diseñada para rendir al máximo en una configuración de este tipo. Un ejemplo es la visualización de un clip vídeo, que no se interrumpe por la extensión del panel, sino que gestiona la imagen a través de una elegante transición realizada durante la expansión de la pantalla. En este punto, todo lo que queda es esperar para conocer sus características finales y precio de cara al lanzamiento.
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