Inteligencia artificial

ChatGPt vs Bard vs Traductor de Google: ¿Cuál es mejor para traducir?

Por primera vez en 17 años, el Traductor de Google tiene una competencia por la que preocuparse

Cómo usar el traductor de Google para hablar en otro idioma en tiempo real.
ChatGPt vs Bard vs Traductor de Google: ¿Cuál es mejor para traducir?Google.

Google lanzó su popular herramienta de traducción en 2006. Desde entonces se ha convertido en el traductor de referencia para cientos de millones de personas que recurren a él, ocasionalmente o de forma regular, y Google ha extendido sus capacidades y su funcionalidad a otras aplicaciones con las que se ha integrado como es el caso de Google Lens. Durante 17 años ha mantenido un reinado indiscutible, a pesar de que han surgido competidores notables como DeepL, pero que no han obtenido la misma implantación. Entre otras razones, porque detrás no esta la todopoderosa Google.

Esa situación ha comenzado a cambiar este año con el éxito de los chatbots de inteligencia artificial generativa. Aunque no es su propósito principal, tanto ChatGPT como el más reciente Bard, por centrarnos en los más conocidos, se han revelado como notables traductores. ¿Mejores que el de Google? Según el punto de vista desde el que se mire, pero si nos fijamos en sus capacidades para comprender el contexto y afinar mejor las traducciones y sus matices, sin duda.

Bard acaba de salir, ChatGPT no tiene aún un año y Google ha trabajado en su traductor desde 2006, pero una rápida comparativa arroja resultados mucho más prometedores para los primeros, especialmente Bard.

El Traductor de Google no es ajeno a la inteligencia artificial. En 2016 sustituyo la traducción automática estadística por la traducción automática neuronal que emplea aprendizaje profundo y redes neuronales. Sin embargo, estas tecnologías son anteriores a la arquitectura Transformer introducida en 2017 por Google y a partir de la que se han desarrollado modelos de lenguaje como el de ChatGPT (GPT 3.5) o el de Bard (LaMDA).

En qué es mejor el Traductor de Google

Como herramienta, el Traductor de Google está mucho más pulido que sus actuales competidores. Da soporte a 133 idiomas y tiene otros 100 en desarrollo mientras que Bard llega a 100 y ChatGPT se queda en unos 50. La función de reproducir las palabras de una traducción por voz está disponible tanto en la web como en las apps del Traductor de Google, mientras que en ChatGPT sólo está disponible en la app, ya disponible para iOS y desde esta semana para Android, pero no en la web. Bard, que por ahora solo cuenta con versión web, sí dispone de ella.

El Traductor de Google cuenta con botones dedicados para traducir de forma sencilla, además del texto que introduzca el usuario, imágenes, documentos y páginas web e incluso puede utilizarse, a través de la app, para comunicarse con un interlocutor en otro idioma y en tiempo real, cosa que no permiten ChatGPT ni Bard. Estos además tienen un funcionamiento más rudimentario en el que hay que indicar al chatbot el tipo de tarea que se requiere y el idioma de destino.

En qué son mejores traductores ChatGPT y Bard

Pero no todos son buenas noticias para el Traductor de Google. Este no permite introducir más de 5.000 caracteres al realizar una consulta, al igual que en Bard, mientras que con ChatGPT se puede trabajar con textos de alrededor de 8.000 palabras. Pero más allá de que el Traductor de Google, que emplean cada día más de 500 millones de personas, sea una herramienta más acabada y completa que sus competidores, su valor reside en su calidad como traductor. Y aquí empiezan las sorpresas.

Tanto Bard como ChatGPT ofrecen una mejor comprensión del contexto y un conocimiento más profundo de las formas específicas de cada idioma. Ojo, no todas las lenguas están al mismo nivel en ninguna de las aplicaciones de las que estamos hablando, pero si nos centramos en el español y su traducción al inglés, los resultados son claramente mejores.

Para comprobarlo, nos hemos centrado en un puñado de ejemplos de frases coloquiales en español cuya traducción literal al inglés asegura que nuestro interlocutor se va a quedar pensando que es lo que hemos querido decir.

Traduciendo expresiones coloquiales del español al inglés

Por ejemplo, la expresión “estar hasta en la sopa” el Traductor de Google lo soluciona con un literal “being even in the soup” sin añadir ninguna explicación ni contexto. ChatGPT ofrece dos opciones que tienen sentido para un angloparlante como son ”to be everywhere” y “to be all over the place”, además de ofrecer una somera explicación del sentido de la expresión. Bard profundiza más y además de ofrecer cinco opciones de traducción por otras tantas expresiones coloquiales en inglés en el mismo sentido y explicando en qué casos es mejor utilizar una u otra.

Si usamos “cantar las 40”, el Traductor de Google lo interpreta como “sing the 40”. ChatGPT da una respuesta más esforzada pero yerra el tiro igualmente al entender la expresión como si fuera “cantar la traviata” y traducirla por “to spill the beans” o “to tell all”. Bard cae en el mismo error que ChatGPT y, aunque propone más alternativas, se ve que “cantar las 40” es una expresión que la inteligencia artificial aún no alcanza a comprender.

Introduciendo “le quedan dos telediarios”, el Traductor de Google apuesta de nuevo por la literalidad más absoluta y lo convierte en “he has two newscasts left”. ChatGPT lo entiende perfectamente y además de traducirlo correctamente ("he/she doesn't have much time left"/ "he/she doesn't have long to live") , explica el sentido de la expresión. El único hándicap es que da toda la explicación en inglés aunque la pregunta se le ha formulado en español. Bard, que no cae en ese error y devuelve todas las preguntas planteadas en español, acierta de nuevo con las expresiones idiomáticas del inglés propuestas ("he's on his last legs" y “"he's not long for this world") y la explicación.

En base a estas y otras pruebas que sería reiterativo introducir, los chatbots tienen una mejor comprensión de los matices de los idiomas, al menos cuando hablamos de español e inglés, y devuelven una traducción de mayor calidad que el clásico Traductor de Google. No necesariamente perfecta, pero con la suficiente información añadida como para que el usuario sepa si el sistema ha acertado o no. Teniendo en cuenta que Bard es de Google, es de esperar que la compañía no tarde demasiado en introducir sus capacidades en el Traductor para equiparlo con los chatbots.