
Astrofísica
Esta es la nube que cubrió nuestro planeta. Y todo el sistema solar
Se trata de una estructura de 9.000 años luz de longitud y podría ser la responsable de un cambio climático a nivel global.

Su nombre es onda Radcliffe y se trata de una gigantesca ola de gas y polvo de 9.000 años luz de longitud, llena de estrellas y del gas y polvo necesarios para formar otras nuevas que habría barrido todo nuestro sistema solar hace unos 14 millones de años.
Si bien su existencia ya se conocía, solo recientemente se ha descubierto que la Tierra la atravesó hace unos 13 millones de años, sumergiendo a nuestro planeta en “un festival de supernovas”, de acuerdo con la astrofísica de la Universidad de Harvard, Catherine Zucker.
Ahora, el estudiante de doctorado de la Universidad de Viena Efrem Maconi cree que todo nuestro sistema solar puede haber pasado por esta increíble estructura. Utilizando datos del telescopio Gaia de la Agencia Espacial Europea, Maconi y su equipo identificaron estrellas recientemente formadas y los gases que las rodeaban dentro de la onda Radcliffe para ver cómo parece moverse la propia estructura.
Al comparar esos datos con las estimaciones sobre la trayectoria de nuestro sistema solar, el equipo de Maconi descubrió que el Sol y la onda Radcliffe estuvieron cerca uno del otro entre 12 y 15 millones de años atrás. En definitiva, los científicos calcularon que pasamos por la onda hace aproximadamente 14 millones de años. A escala geológica e incluso evolutiva, eso es increíblemente reciente.
Junto con el hallazgo, Maconi también aseguró en una entrevista que el cielo se habría visto muy diferente para cualquier persona que lo mirara desde la Tierra cuando nuestro sistema solar pasó por la onda Radcliffe. “Si estamos en una región más densa del medio interestelar, eso significaría que la luz que llega desde las estrellas hacia ti estaría atenuada – afirma Maconi -. Es como estar en un día de niebla”.
Extrapolando aún más este hallazgo, los científicos responsables de este descubrimiento también creen que existe la posibilidad de que la onda de Radcliffe haya desempeñado un papel en el enfriamiento climático que se produjo en la época del Mioceno medio, cuando las temperaturas cayeron en picado y se establecieron capas de hielo permanentes.
Aunque no todos están de acuerdo. Para Ralph Schoenrich, profesor asociado de clima y física en el University College de Londres, eso puede ser una exageración. “Una regla general es que la geología triunfa sobre cualquier influencia cósmica – concluye Schoenrich -. Si se desplazan los continentes o se interrumpen las corrientes oceánicas, se producen cambios climáticos a partir de eso, por lo que soy muy escéptico en cuanto a que se necesite algo más”.
Expertos del Instituto Radcliffe de la Universidad de Harvard llevan más de un lustro dedicados a estudiar esta onda y concluyen que apenas han rascado la superficie de lo que conocemos.
✕
Accede a tu cuenta para comentar