Tecnología
Este es el cambio que Neuralink implantará en su segundo chip cerebral para que no se retraiga
La empresa espera evitar los problemas de retracción de electrodos que han afectado a su primer sujeto de prueba
Neuralink implantó su primer chip cerebral en un humano el pasado enero. La prueba ha sido un éxito en varios aspectos, aunque tampoco ha ido como se esperaba en otros. Sin embargo, la compañía está aprendiendo de las dificultades encontradas y el equipo responsable ha hablado esta semana de los cambios que ha preparado para el segundo implante que va a realizar.
El voluntario que actualmente lleva en su cerebro el chip N1 es Noland Arbaugh, cuadripléjico que antes del implante solo podía operar una computadora mediante un stylus sujetado con la boca. Tras la operación en la que se le injertó N1, Arbaugh dijo que el implante le había cambiado la vida al permitirle controlar una computadora solo con el pensamiento entre 8 y 10 horas al día.
Pero, pasados unos meses, la compañía de Elon Musk encontró que el 85% de los electrodos del chip insertados en el cerebro de Arbaugh se habían retraído por completo. Esto llevó a una pérdida de eficiencia, dificultando la transmisión de las órdenes del cerebro de Arbaugh a la computadora. Los ingenieros pudieron modificar el software que utiliza N1 para compensarla y que Arbaugh no perdiera operatividad, pero la empresa quiere evitar este problema en futuras cirugías.
Según ha publicado la compañía en X, antigua Twitter, la operación para implantar el segundo chip cerebral en un humano se llevará a cabo la próxima semana. Un paciente no identificado se someterá a un procedimiento como el de Arbaugh, con un robot quirúrgico personalizado insertando los 64 'hilos' que conectan el chip con el cerebro y que contienen un total de 1.024 electrodos que puedan leer y transmitir la actividad eléctrica del cerebro.
Una diferencia clave es que Neuralink variará la profundidad con la que se inserta cada hilo. Algunos penetrarán en el tejido cerebral hasta 7,2 mm, asegurando que más electrodos permanezcan activos incluso si el hilo comienza a retroceder. Esto también permitirá al equipo recopilar más datos sobre la retracción.
— Neuralink (@neuralink) July 10, 2024
Neuralink ha identificado la presencia de una bolsa de aire en el cráneo de Arbaugh como una causa probable del deslizamiento del implante. Es común que se forme una pequeña bolsa de aire después de una cirugía cerebral, según el cirujano principal de Neuralink, Matthew MacDougall. Aunque la bolsa de aire comenzaría cerca de la frente, migraría a la parte superior del cráneo cuando el paciente volviera a estar erguido y es precisamente allí donde se encuentra el implante N1. La burbuja de aire podría haber alejado el cerebro del implante, lo que a su vez habría liberado los hilos.
Para combatir esto, el equipo planea controlar cuidadosamente los niveles de dióxido de carbono del paciente durante la cirugía, lo que evitará que el cerebro se expanda o contraiga. También tienen la intención de 'esculpir' la superficie del cráneo para colocar el implante más cerca del cerebro, cerrando así el espacio y dejando menos para que se acumule aire.
Neuralink no es la única empresa que trabaja en una interfaz cerebro-computadora, BCI por sus siglas en inglés. Una compañía llamada Synchron también está realizando ensayos humanos. Su chip cerebral es menos invasivo y puede ser implantado mediante cirugía endovascular a través de la yugular. Sin embargo, Neuralink sostiene que su diseño es una ventaja. Los hilos individuales pueden ser implantados a diferentes profundidades, lo que es útil para solucionar el problema de retracción y para acceder a neuronas de alto valor a más profundidad en el cerebro.
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