Tecnología militar
Kalinka y Tobol, los sistemas de guerra electrónica de Rusia calificados como ‘asesino de Starlink’
Starlink ha permitido a Ucrania mantener sus comunicaciones durante 3 años de guerra, lo que ha hecho que se convierta en un objetivo prioritario para Rusia
De la misma forma que el desarrollo de la guerra en Ucrania habría sido muy diferente sin el respaldo militar de Occidente al país invadido, también lo habría sido sin Starlink, la red de satélites de la compañía de Elon Musk que proporciona comunicaciones y acceso a internet. Starlink y su versión de uso militar, Starshield han sido cruciales para que, pese a todos los ataques de Rusia a su infraestructura de comunicaciones e interferencias con los satélites de comunicación convencionales, las fuerzas militares de Ucrania puedan continuar comunicándose de forma eficaz.
Eso ha hecho que Starlink sea un objetivo prioritario de Moscú y, según recoge un informe de Secure World Foundation (SWF, organización estadounidense sin ánimo de lucro que busca promover el uso seguro, sostenible y pacífico del espacio exterior), objeto de nuevos métodos de guerra electrónica. SWF describe los dos sistemas que actualmente tiene Rusia para interferir con las comunicaciones de los satélites sobre suelo ucraniano: Tobol y el más reciente Kalinka.
Rusia contra la mayor red de satélites del mundo
En seis años, SpaceX ha puesto en órbita más de 8.000 satélites Starlink, de los que actualmente se encuentran operativos unos 7.000. Se trata, con diferencia, de la red de satélites más grande del mundo, con autorización de la FCC (Comisión Federal de Comunicaciones) para llegar a los 12.000 y planes para aumentar el número hasta 42.000. Ese elevado número de satélites en órbita permite que sobrevuelen constantemente Ucrania (un satélite Starlink da una vuelta al mundo en 90 minutos), por lo que los que dan servicio a Ucrania cambian continuamente.
Esto hace que sea más difícil para Rusia interferir sus señales que los que mantienen una órbita geoestacionaria, es decir, sincronizada con la rotación de la Tierra y que se mantienen en una misma área.
Además, la tecnología de Starlink ha demostrado su capacidad para resistir ataques de guerra electrónica de Rusia, aunque eso parece estar comenzando a cambiar. Según SWF, las fuerzas militares ucranianas experimentan interrupciones en sus conexiones Starlink desde mayo de 2024. Un funcionario del gobierno ucraniano indicó que estas interrupciones eran resultado de que Rusia estaba 'probando diferentes mecanismos' para sus sistemas de guerra electrónica.
Tobol
Tobol es un programa ruso que fue conocido en 2021 y originalmente estaba pensado para proteger a los satélites rusos de interferencias. Tras el inicio de la guerra en febrero de 2022, Rusia lo está utilizando para interrumpir las comunicaciones por satélite y el GPS en Ucrania.
SWF afirma que Rusia cuenta con al menos 7 complejos Tobol distribuidos en su territorio, todos ellos ubicados junto a instalaciones de seguimiento de satélites: cuatro son estacionarios, dos son móviles y el séptimo aún no se ha determinado.
Los complejos Tobol contienen múltiples antenas satelitales que pueden utilizarse tanto para fines ofensivos como defensivos de guerra electrónica. Documentos militares estadounidenses filtrados sugieren que Rusia ha utilizado al menos 3 instalaciones de Tobol para intentar interrumpir las señales de los satélites comerciales Starlink sobre el este de Ucrania.
Aunque Tobol no tiene la capacidad de afectar a la trasmisión de datos de Starlink, de acuerdo con el Departamento de Defensa de Estados Unidos, sí de hacerlo al módulo GPS responsable del funcionamiento sincronizado de la terminal (que recibe la conexión en tierra) y el satélite.
Otros informes indican que el bloqueo y la suplantación de GPS en el este del Báltico podrían provenir de otra instalación de Tobol en el óblast de Kaliningrado. SWF también señala que hay evidencia de que Rusia podría estar planeando una nueva versión o modificación del sistema Tobol que pueda atacar las transmisiones de satélites extranjeros, además de proteger las de satélites rusos.
Kalinka
Kalinka es más reciente, su existencia fue conocida en 2024, obedece a las necesidades rusas específicas de esta guerra y ha sido calificado como un ‘asesino de Starlink’.
Según SWF, esta plataforma de guerra electrónica puede detectar e interrumpir las señales hacia y desde los satélites Starlink, con el objetivo específico de interferir con los drones ucranianos y las comunicaciones militares.
Lo que hace que Kalinka sea particularmente preocupante es su supuesta capacidad para detectar terminales conectadas a Starshield, la versión militar de Starlink que cuenta con características de seguridad mejoradas.