Informática

Ni dedo ni cara: el corazón es tu nueva contraseña

La medición cardíaca podrá utilizarse como sistema de verificación de identidad

El sistema utiliza un radar Doppler de bajo nivel para medir el corazón y, a continuación, monitorea continuamente este órgano para asegurarse de que nadie más haya intervenido para ejecutar el ordenador
El sistema utiliza un radar Doppler de bajo nivel para medir el corazón y, a continuación, monitorea continuamente este órgano para asegurarse de que nadie más haya intervenido para ejecutar el ordenadorlarazon

Una nueva herramienta biométrica que usa las dimensiones cardíacas para verificar la identidad de una persona volvería obsoletos los métodos actuales de identificación, como contraseñas o huellas digitales, afirman expertos de las universidades de Nueva York y Colorado.

Según la información difundida este lunes, el doctor Wenyao Xu, del Departamento de Ciencias de Computación e Ingeniería de la Universidad de Buffalo (UB) en Nueva York, y su colega Feng Lin, de la Universidad de Colorado (CU) en Denver, desarrollaron un sistema de seguridad computacional que usa el corazón humano como elemento identificador, según Efe.

El sistema utiliza un radar Doppler de baja intensidad para medir los latidos de corazón de una persona y luego lo monitorea continuamente para otorgarle acceso a su computadora o a un área restringida.

La versión reducida de los radares Doppler, que usan los meteorólogos para determinar el tamaño y la forma de una tormenta, permite de la misma manera determinar la forma y el tamaño del corazón de la persona.

«Nunca se ha encontrado a dos personas con corazones idénticos», y por ello el nuevo sistema serviría para evitar el «tedioso» proceso de ingresar la contraseña una y otra vez, aseveró Xu.

El sistema, aseguró el científico, no representa ningún peligro para la salud humana ya que emite menos del 1 % de la radiación que de promedio emana de los teléfonos inteligentes.

Además, sólo necesita ocho segundos para asociar un cierto latido con una persona, y luego el sistema continúa reconociendo ese latido antes almacenado.

Xu reconoció que artefactos similares llevan empleándose desde hace una década, pero todos ellos requieren electrodos y el resultado es similar a un electrocardiograma.

A diferencia de sus predecesores, explicó, el nuevo sistema es remoto, sin contacto físico puesto que funciona hasta a 30 metros de distancia, y opera basado en la geometría del corazón.

Además, no se requiere la participación del interesado para completar la verificación, como sucede en el caso de huellas digitales o escáneres retinales, y por lo tanto no habría necesidad de recordar contraseñas.

Aclaró que el sistema sólo resultaría inefectivo si la persona en cuestión sufre de algún tipo de enfermedad que modifica el tamaño o la forma de su corazón.

Nuevas versiones del sistema, aún más pequeñas que la actual, podrían incorporarse en teclados, teléfonos y cualquier otro objeto donde fuese necesario verificar la identidad.

Xu, Lin y sus colaboradores, entre ellos estudiantes avanzados y expertos de otras universidades, presentarán los resultados de sus tres años de investigaciones durante la conferencia nacional MobiCom que se celebrará en Utah a mediados de octubre, una semana antes de la llegada al mercado del iPhone X con Facial ID, su tecnología de reconocimiento facial. EFECOM