Tecnología aeroespacial
Parker se confirma como la nave espacial más rápida de la historia tras alcanzar los 635.000 km/h
La sonda solar de la NASA fue lanzada en 2018 y se desintegrará en el Sol en 2025
Parker, la sonda solar que la NASA lanzó al espacio en 2018 ha vuelto a confirmarse como la construcción humana más veloz que se ha fabricado. La NASA ha confirmado su indiscutida posición tras informar que el pasado 27 de septiembre alcanzó los 635.000 kilómetros por hora. A esta velocidad sería posible viajar de Nueva York a Los Ángeles en solo 30 segundos u orbitar en una hora 15 veces la Tierra.
Lo cierto es que la Parker ha ostentado esta condición desde pocas semanas después de su lanzamiento, cuando alcanzó los 241.000 kilómetros por hora. El último récord lo ha conseguido asistida con el impulso de gravedad que le ha proporcionado acercarse a Venus en su trayectoria orbitando el Sol.
Además de la velocidad, la NASA también ha informado de que en su décimo séptimo pase por el Sol se ha acercado al mismo más que ningún otro objeto fabricado por el hombre hasta ahora, quedando a 7,27 millones de kilómetros de distancia de su superficie. Sin embargo, este no es el punto más cercano al sol al que llegará Parker antes de que finalice su vida útil en 2025, se situará a 6,27 millones de kilómetros.
La sonda Parker se encuentra orbitando el Sol para estudiar sus campos magnéticos y emisiones de partículas. Para resistir las altas temperaturas que debe soportar y que alcanzan los 1.371 grados cuando atraviesa la corona solar, la parte exterior de la atmósfera del Sol, Parker está equipada con un escudo de carbono que tiene un grosor de 11 centímetros. La explicación a que sobreviva a tan elevadas temperaturas se encuentra en la diferencia entre calor y temperatura.
Según explica la NASA en su web, “la temperatura mide la velocidad con la que se mueven las partículas, mientras que el calor es la cantidad total de energía que transfieren. La corona solar es increíblemente delgada y hay muy pocas partículas allí para transferir energía, por lo que, si bien las partículas se mueven rápidamente (alta temperatura), en realidad no transfieren mucha energía a la nave espacial (bajo calor)”.
Parker continuará acercándose cada vez más y más rápido al Sol con cada órbita, hasta que en 2025 el escudo no aguante más y la nave sea destruida por las altas temperaturas. Antes de que llegue ese momento, la NASA espera que en 2024 Parker alcance los 700.000 kilómetros por hora. Por el momento, la nave continúa en perfectas condiciones y enviando datos a la Tierra.
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