Tecnología militar

TP-82, la escopeta de 3 cañones que los astronautas de la Unión Soviética llevaban al espacio

El arma formó parte del kit de supervivencia de los cosmonautas rusos durante dos décadas

TP-82, la escopeta de 3 cañones que los astronautas de la Unión Soviética llevaban al espacio.
TP-82, la escopeta de 3 cañones que los astronautas de la Unión Soviética llevaban al espacio. Lazarev Tactical.

La creencia de que los astronautas no llevan armas de fuego al espacio no es del todo cierta. Lo hacían los astronautas de la Unión Soviética en los tiempos de la Guerra Fría y posteriormente los de Rusia, incluso en la actualidad. Entre 1986 y 2006, el arma elegida para acompañar a los astronautas era un diseño especial de la Planta de armas de Tula, en la que se han producido fusiles de asalto tan exitosos como los AK-47 y AK-74. La “escopeta espacial” TP-82 surgió de la experiencia que tuvo el astronauta Alexei Leonov, en su regreso a la Tierra tras realizar el primer paseo espacial en 1965.

La cápsula de la misión Vosjod-2, en la que Leonov y Pavel Belyayev, descendían se alejó del rumbo previsto por un fallo en el sistema de guiado y terminó por aterrizar en los bosques cubiertos de nieve de los Montes Urales, en Siberia. En aquel entonces, la única arma de la que disponían era una pistola Makarov, con munición de 9x18 mm, incluida en el kit de supervivencia de los astronautas. Una defensa claramente insuficiente si tenían la mala fortuna de encontrarse con un oso o una manada de lobos, animales habituales en los Urales.

Alexei Leonov, durante el primer paseo espacial realizado en marzo de 1965.
Alexei Leonov, durante el primer paseo espacial realizado en marzo de 1965.Science Photo Library.

El kit estaba incluido en todas las cápsulas soviéticas Soyuz y debía usarse en tierra, tras un aterrizaje, si las circunstancias lo requerían. Además de la Marakov, incluía ropa de abrigo e impermeables, brújula, encendedores, equipo de pesca, cuchillo, machete, linterna, radio y otras herramientas para la supervivencia.

Aguardaron en la cápsula hasta que fueron localizados por las autoridades soviéticas un día después del aterrizaje. Y aunque no sufrieron ningún percance más durante la espera, Leonov comenzó a abogar por un arma de supervivencia diseñada para los astronautas con mayor potencia de fuego, para poder defenderse en una situación como la que le había sucedido.

La TP-82 del Museo de Artillería de San Petersburgo.
La TP-82 del Museo de Artillería de San Petersburgo.One half 3544.Wikipedia.

No le hicieron caso inmediatamente. El desarrollo de armas específicas para astronautas comenzó en 1979 y la TP-82, también conocida como TOZ-82, formó parte de las misiones rusas durante dos décadas, entre 1986 y 2006. También fue proporcionada a algunas unidades de la Fuerza Aérea Soviética que operaban en regiones particularmente inhóspitas.

Optimizada para su uso por los cosmonautas, la TP-82 era una escopeta convertible diseñada por Igor Aleksandrovich Skrylev que, con sus tres cañones, parecía sacada de una película de James Bond. Tenía una culata desmontable, que facilitaba su almacenamiento en las cápsulas espaciales soviéticas, sin la que su aspecto recordaba más al de una pistola. El diseño acoplaba una escopeta de doble cañón a un rifle de cañón corto.

De estos tres cañones, los dos superiores eran de ánima lisa y empleaban munición de 12,5 x 70 mm mientras que el cañón estriado inferior disparaba munición de 5,45 x 39 mm, la misma que el rifle de asalto AK-74. Con la culata montada pesaba 2,4 kilogramos y sus dimensiones eran de 360mm de largo sin ella y 670 con la culata, una altura de 150 y ancho de 42 mm. Contaba con un sistema de disparo de acción simple y cañones basculantes.

Los cosmonautas soviéticos contaban con tres tipos de munición: proyectiles de perdigones de 12,5 mm para la caza, balas de punta blanda de 5,45 mm para abatir animales salvajes peligrosos y cartuchos de bengalas rojas para facilitar su localización tras un aterrizaje. El arma contaba también con una hoja afilada escondida dentro de la culata que podía usarse como machete para cortar la maleza o como hacha para cortar leña.

Algunos astronautas occidentales tuvieron ocasión de probar el arma como parte de su entrenamiento en misiones conjuntas con Rusia. James Voss, quien subió al espacio en cinco misiones entre 1991 y 2001, realizó prácticas de tiro con el TP-82 y dijo que ”era muy preciso”. David Wolf, otro astronauta que pasó un tiempo a bordo de la estación espacial rusa Mir en 1997, afirmó que “me pareció bien equilibrado, muy preciso y cómodo de usar”.

En 2007, se anunció que la munición restante de la escopeta TP-82 había quedado inutilizable y el arma fue retirada. Se sustituyó por una pistola estándar no revelada en los kits de supervivencia para los astronautas, pero no siempre les acompaña. Según el historiador espacial y periodista James Oberg, las tripulaciones votan antes de cada misión y deciden llevarla o no.