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El vídeo viral que muestra la implosión del Titan y que nadie quiere dejar de ver: lleva 10,7 millones de visitas

La fibra de carbono es una fibra sintética fabricada con filamentos de carbono a partir del poliacrilonitrilo

Lo ocurrido con el sumergible Titan y su desgraciado final ha hecho correr ríos de tinta... y de imágenes. El interés por lo sucedido ha llevado a los lectores a saber qué pudo ocurrir ahí abajo y qué es una implosión, un término para muchos desconocido hasta ese momento.

Por este motivo, no es de extrañar que un vídeo explicando paso a paso qué es y cómo se produce una implosión se haya viral en YouTube y lleva ya 10,7 millones de visualizaciones en apenas dos semanas. Según el vídeo, la implosión es un proceso de destrucción al colapsar hacia adentro el objeto mismo. Donde la explosión se expande, la implosión se contrae. En el caso del Titán. la implosión fue causada por una presión hidrostática muy alta del agua circundante, que ocurre en una fracción de milisegundo, como se muestra en la animación. En la profundidad en que descansa el Titanic, hay alrededor de 5.600 libras por pulgada cuadrada de presión. Eso es casi 400 veces la presión que experimentamos en la superficie. Como el sumergible se encuentra en lo profundo del océano, experimenta la fuerza en su superficie debido a la presión del agua. Cuando esta fuerza se vuelve mayor que la fuerza que el casco puede soportar, la embarcación implosiona violentamente. Pero, ¿por qué le sucedió esta implosión al sumergible Titán?

Los materiales de casco actuales utilizados son acero, titanio y aluminio. Esto es lo que evitó que otros submarinos fueran aplastados. Pero el Titán ha tenido un diseño experimental. Utilizaba principalmente fibras de carbono, que tienen la ventaja de ser más ligeras que el titanio o el acero. Sin embargo, las propiedades de las fibras de carbono para aplicaciones en aguas profundas no se conocen bien. Puede agrietarse y romperse repentinamente.

El sumergible medía solo 6,7 metros de largo, 2,5 de alto y 2,8 de ancho. Estaba fabricado, como se ha mencionado, con titanio y fibra de carbono y daba la posibilidad a los pasajeros de explorar entre las profundidades del océano a través de una única ventana de visualización. La nave era capaz de sumergirse más de 4.000 metros, y alcanzaba una velocidad de 3 nudos náuticos desplazando casi 11 toneladas de peso.

La fibra de carbono es una fibra sintética fabricada con filamentos de carbono a partir del poliacrilonitrilo. Sus propiedades mecánicas son similares a las del acero, por su dureza y resistencia al impacto, mientras que su ligereza es comparable con la madera o plástico.

En 2018, David Lochridge, ingeniero y piloto de submarinos, presentó una demanda contra OceanGate Expeditions, la operadora del sumergible Titan, para la que habría trabajado en el pasado, en la que expresaba su preocupación por las condiciones de seguridad de la nave, en particular porque el casco del Titan estaba hecho de fibra de carbono en lugar de una composición metálica. Lochridge señaló que la empresa podría "exponer a los pasajeros a un peligro extremo potencial en un sumergible experimental", ya que los clientes "no estarían al tanto" de este diseño y la falta de pruebas.

OceanGate tuvo que hacer frente a otras críticas de varios empresarios que enviaron una carta a la compañía en 2018 en la que manifestaban sus reservas sobre la seguridad del submarino, señalando que el enfoque "experimental" pudiera tener resultados potencialmente "catastróficos" que podrían afectar a la industria.

Bienvenido Alonso, ingeniero en Navantia y profesor en la Escuela de Navales de la Universidad Politécnica de Cartagena, asegura que los fallos técnicos más habituales pueden ser la pérdida del control del sumergible por fallo en los "thrusters" (propulsores) o un "blackout", y tras ellos, los problemas derivados del control de la atmósfera interior.

En un entorno tan hostil como el que encaró el Titan existen muchos riesgos. Alonso señala los principales: pérdida del control, pérdida de la energía (un "blackout" o apagón), colisión, vía de agua, "caída" hacia el fondo por cambios bruscos en la salinidad del agua exterior y atrapamiento con obstáculos externos. "Para un sumergible bien mantenido y bien pilotado, con tripulación experimentada que no asuma riesgos en la navegación, los fallos técnicos más habituales pueden ser la pérdida del control del sumergible por fallo en los thrusters (propulsores) o un blackout, y tras ellos, los problemas derivados del control de la atmósfera interior", asegura en declaraciones a LA RAZÓN.

En realidad, no se conoce con seguridad el origen de la implosión del submarino. Por ese motivo, el operativo de seguridad quiere seguir con las patrullas en la zona del accidente. La Guardia Costera de EEUU también ha afirmado que quiere encontrar los cuerpos sin vida de los ocupantes.