Carlos Alsina en la onda

No dar todo por sentado, ni acomodarse, jugar con criterio al esgrima dialéctico con los políticos que dicen donde dije digo, digo Diego. Por si fuese poco, Carlos Alsina, el director y presentador de «Más de uno», encima se saca de la manga especiales –ya olvidados por el impulso de lo más innvador excluyendo la tradición– que el regresa al presente. De ahí que hoy recoja el Premio Ondas de la Radio por el «Especial día de la Radio #Alsinatodoexterior», que se emitió el 12 de febrero. El jurado ha valorado «su creatividad y el ejercicio brillante desplegados durante el programa», que requirió de la participación de una treintena de profesionales de Onda Cero, entre redactores, guionistas, técnicos y productores para la creación de un espectacular programa realizado íntegramente desde la calle: del Café Gijón al teatro Marquina, pasando por la plaza de Colón, la Biblioteca Nacional, el Mercado de San Antón, la plaza de Chueca, un obrador, un quiosco de la Once… Es su segundo Ondas, ya que el anterior fue en 2015 como mejor presentador de radio por su trabajo al frente del informativo nocturno «La brújula».

No es el único galardón que recibe el periodista este año. En los últimos meses se ha hecho acreedor del Premio de Periodismo Europeo «Salvador de Madariaga», concedido por la Asociación de Periodistas Europeos (APE), la Representación en España de la Comisión Europea y la Oficina en Madrid del Parlamento Europeo. El jurado del prestigioso galardón reconoció «su compromiso en la defensa de los valores europeos y la apuesta de un estilo radiofónico renovador y arriesgado que antepone la integridad del periodismo al sensacionalismo. La cobertura del Brexit, con programas especiales y una permanente atención divulgativa, sin el sacrificio del rigor, es una prueba de ello». También ha obtenido este año el Premio «Raúl del Pozo» de Periodismo, que premia el ejercicio de aquellos profesionales que contribuyen desde los medios de comunicación a sustentar la prensa democrática y la opinión libre en España.

Entrevistas de altura

Todas las distinciones avalan que Alsina remueve a sus entrevistados en sus sillones. Rebobinamos: el pasado mes de febrero, Alsina asestó un durísimo golpe al independentismo con la entrevista a Quim Torra, cuyos argumentos fue desmontando poco a poco a lo largo de una conversación de alta tensión en la que quedó de manifiesto las contradicciones del Independentismo. Una de sus cualidades es que sabe poner a sus entrevistados frente al espejo de sus contradicciones, de las declaraciones que luego no supieron, o no quisieron rectificar, de romper sus relatos a la carta con preguntas que dan donde más duele o, al menos, de las que o se es sincero o se sale por la tangente.

La última gran entrevista de Alsina –hasta la fecha– es la que le hizo a pocos días de las elecciones a Pedro Sánchez, en la que el presidente del Gobierno se mostró bastante incómodo ante las preguntas del entrevistador. Lo que sorprende es que, en la campaña electoral ni Pablo Iglesias ni Santiago Abascal hayan ido a su programa.

Sus entrevistas políticas forman parte ya de la agenda política del día. Pocos son los entrevistados que se someten a las preguntas del periodista y que no den dos o tres titulares a las agencias, los digitales, las cadenas de televisión y los periódicos del día siguiente.