Desgarrador

La madre de Sandra Palo reaparece en televisión para escuchar la entrevista de uno de los asesinos de su hija

El programa de Telecinco «Viva La Vida» entrevistó a Ramón Santiago, uno de los autores del brutal crimen cometido en 2003

Los padres de Sandra Palo con una foto de su hija, que fue asesinada en 2003
Los padres de Sandra Palo con una foto de su hija, que fue asesinada en 2003larazon

Hace casi 20 años que tres «alimañas», asesinaban brutalmente a la joven Sandra Palo después de torturarla y agredirla sexualmente. Una herida que la sociedad española ni la familia de la víctima ha curado ni curará nunca, y más cuando la Justicia no está aún preparada para afrontar un crimen así protagonizado por menores. Por ello, la madre de Sandra Palo acudía al plató de «Viva la vida»este fin de semana, para recoger firmas para modificar la Ley del menor, que permite que asesinos como los de que mataron a su hija no tengan ni una orden de alejamiento.

Aunque la emisión de este tipo de entrevistas siempre está acompañada de polémica y un evidente dilema deontológico, la madre de Sandra recordó la buena relación que conserva con Emma tantos años después de sus primeras entrevistas. La madre de Sandra aguantó estoicamente cada una de las declaraciones de uno de los autores del crimen contra su hija. Insistió en que no le llega su arrepentimiento: «Esta misma alimaña» nos hacía gestos a mi marido y a mí de que nos iba amatar, durante el juicio».

La entrevista consistió en una conversación telefónica con un miembro del equipo del programa y Ramón Santiago. Ahora Ramón se dedica al rap y a los coches. Precisamente, sus canciones tampoco concuerdan con el mensaje de arrepentimiento que transmitió en el programa. En ellas habla de «matar» y se dirige violentamente hacia las mujeres.

Con el último mensaje de Ramón, en el que reconoce que no conoce forma alguna de compensar el dolor de sus víctimas y se cataloga como «animal», la madre no pudo contener las lágrimas de impotencia, después de recordar el calvario que sigue sufriendo su familia. «Ahora que ya ganan dinero deberían pagarnos la indemnización que nos deben. Mi marido y yo no podemos trabajar desde entonces. Él lleva cuatro infartos».