HBO Max

«Los ensayos», improvisar está sobrevalorado

La plataforma acaba de lanzar este reality que recrea situaciones cotidianas para enseñar cómo actuar y evitar imprevistos

El creador y escritor Nathan Fielder en uno de los episodios
El creador y escritor Nathan Fielder en uno de los episodiosHBO MaxHBO

El día a día está lleno de decisiones que tomamos casi de forma espontánea, pero que sin darnos cuenta marcan nuestra vida. Normalmente estás pequeñas elecciones no contemplan rectificación posible, cuestión que ha obsesionado desde siempre al escritor canadiense Nathan Fielder. Después de su trabajo en el programa «Nathan al rescate», en el que asesoraba a empresarios en apuros, a lo Alberto Chicote en «Pesadilla en la cocina», ahora este escritor apuesta por un formato totalmente innovador que acaba de estrenar en HBO.

En esta ocasión Nathan ayudará a ciudadanos de a pie a resolver algunos de sus conflictos más cotidianos, pero que a veces se convierten en verdaderos rompecabezas. Para ello HBO ha tirado la casa por la ventana y ha permitido a Nathan construir casi un «show de Truman». Durante varias semanas el equipo de Nathan replica y reconstruye de forma idéntica el escenario en el que el próximo protagonista tendrá que tomar una decisión crucial, ya sea sobre el marco profesional, sentimental o económico. Primero ensaya y explora con actores todas la posibles reacciones y circunstancias que se podrían dar en la realidad. Da casi mal rollo. En una segunda fase el escritor revela al protagonista al que pretende ayudar el trabajo de investigación que lleva haciendo a sus espaldas. Es entonces cuando juntos comienzan a conocerse y a ensayar en ese escenario que ha construido el equipo de Nathan, con el fin de aminorar cualquier imprevisto o cabe suelto. Nathan es un verdadero obseso del control. En la última fase, los actores quedan a un lado y solo las cámaras son testigos del encuentro definitivo entre el «cliente» de Nathan y la persona con la que éste tiene que resolver su conflicto.

Sin duda, la idea de este formato es realmente original. Sin embargo, algunos de los capítulos, como el primero, tratan temas excesivamente banales ante los que no parezca necesario hacer semejantes esfuerzos. La primera entrega ayudará a que dos compañeros de Trivial no se enfaden por la revelación de una mentira sobre la formación académica de uno de ellos. Problemas de primer mundo dirían algunos, aunque posiblemente los problemas deberían ser incatalogables. Más allá de que este conflicto no resulta tan trascendental, Nathan utilizará este ejemplo para reflexionar sobre «¿Por qué mentimos?». Aprovecha para analizar los motivos que nos conducen a ocultar cosas o disfrazar aspectos de nuestra vida, como complejos o traumas del pasado.

Este formato también pondrá a prueba a los más escépticos con los reality shows. Quizá en ocasiones resulte difícil de creer que un ensayo de tales dimensiones se pueda hacer a espaldas de sus protagonistas. Pero ese tampoco es el fondo del asunto.

Más allá de la siempre referenciable «El Show de Truman», este experimento también recuerda a la película «Una cuestión de tiempo», en la que el protagonista tiene la capacidad de viajar al pasado y repetir las situaciones que desea mejorar tantas veces como quiera. Sin embargo, tanto aquella película como el programa de Nathan guardan la moraleja de que la vida es impredecible, o al menos no predecible al cien por cien. Siempre hay un porcentaje reservado a la espontaneidad humana y al azar que resulta imposible de descifrar o calcular, ni siquiera con los complejos diagramas de Nathan que intentan predecir todo tipo de posibilidades.

«Los ensayos» estrenaba su primera entrega la semana pasada en HBO, plataforma que parece estar subiéndose a la ola de los realities, como Netflix o Amazon.

un brote esquizofrénico. Sucedió en la Fundación Jiménez Díaz,