Entrevista

Daniel Écija: “Las pautas de consumo de la televisión siguen siendo las mismas”

Historia viva del medio, es el creador de «Cristo y Rey», nueva serie para Antena 3 sobre Bárbara Rey y Ángel Cristo

Daniel Écija
Daniel ÉcijaCortesíaThe Good Mood

Daniel Écija se ríe cuando le digo que es «historia de la televisión en España». Todas las series que ha creado, este productor y director de 59 años nacido en Australia, desde 1995 («Médico de familia») han sido un éxito. «Periodistas», «7 vidas», «Un paso adelante», «Los Serrano», «Los hombres de Paco», «El internado», «Águila roja» o «Estoy vivo» llevan su nombre en los créditos. En el Festival de Televisión de Vitoria (FesTVal) presentó «Cristo y Rey», su nueva serie para Antena 3. Es fundador de la productora audiovisual Good Mood

¿Ha encontrado el punto para que una serie sea un éxito?

Tengo vocación de hablar de las personas y de los personajes de mis series: Me interesan mucho más ellos y los conflictos, que la trama. Y desde ahí trabajo mucho, creando personajes e intentar entenderlos, y luego, intento que sean carismáticos. Y algo que siempre me ha parecido muy importante es que si vas a dedicarle mucho tiempo a ver una serie de televisión, me gusta hacer personajes que puedas quererlos. Para mí, de alguna manera, hay una serie de principios. Cuando empecé, los maestros me enseñaron efectivamente que debías trabajar mucho por tus personajes. En cuanto al éxito de las series que he creado, mi bagaje personal en este trabajo ayuda a que he sido un niño que creció frente a una televisión. Vengo de ser un televidente y un tipo que creció en los 60 y los 70 delante de una televisión en un pueblo de una clase trabajadora. También la soledad de muchas horas, porque me llevaba mucha diferencia con mi hermana pequeña y en aquel entonces las madres hacían todo en casa, y no tienen mucho tiempo para jugar con sus hijos. Aquellas horas de televisión, de soledad y de lectura de mucho cómic, de alguna manera me ayudaron y haberme criado rodeado de gente normal me ayudó a intentar ser normal; trabajar para la gente normal. Esa es la pelea que tengo conmigo, no solo como profesional, sino también como persona, como padre.

Ha tenido como creador una evolución, una pérdida de inocencia: de series más blancas a historias más duras.

La televisión va evolucionando y hay series muy expresivas, con un perfil o con una llamada al espectador muy grande. También puede haber menos paciencia en el mundo de la televisión y de alguna manera entiendo que mi evolución personal o la oportunidad que me dan, en este caso Antena 3, de contar historias particulares. Esta es una serie que habla de los finales de los 70 y los 80. Es una época en la que yo estoy vivo y en la que empiezo a dar mis primeros pasos como adulto. No me podía perder la oportunidad de hablar de la Ángel Cristo y Bárbara Rey, porque hablan de personajes que venían de la dictadura y que abrazaron la Democracia. Y hablan de los primeros pasos de la libertad, pero también de gente que no había tenido mucha fortuna en su educación en su infancia, como eran tantos de aquella época, porque tuvimos padres que sabían mucho menos de pedagogía de los que saben ahora, y mucho menos informado: menos educados para ser padres y madres, porque los hijos eran algo que tenías y que abandonabas. Y de hecho, en muchos sentidos, somos carne de psicólogo muchos ahora, porque tuvimos unas infancias y unas juventudes bastante jodidas. Nuestro padre o nuestra madre, tenían que sobrevivir, y no les puedes echar en cara nada. Creo que «Cristo y Rey» cuentan lo que éramos los niños y los jóvenes de aquella época de una manera muy bestia.

¿Qué opinas de la tendencia de recuperar los 80, sus series y programas?

Hay dos cosas: la oportunidad tremenda que hay de marcas. Cuando había menos televisiones, son series y programas conocidos por todos los ciudadanos porque triunfaron con lo cual son marcas que están en la memoria, en la nostalgia de la gente. Hay una gran responsabilidad cuando las haces para responder a esas expectativas porque sabemos que la memoria es muy selectiva y muy benévola. Con lo cual, necesitan como mínimo, todo el talento que hubo en su comienzo para hacerla. Hay una cierta sensación de fracaso de las series, pero esto da para otro tema, al cual no voy a entrar por que es algo que es peliagudo. El segundo: los remakes o las secuelas están muy bien, pero me parece un camino corto. El camino largo pasa por tratar de crear y hacer series que cuenten con una amplia respuesta y satisfacción por parte del ciudadano, del televidente. Y que probablemente podríamos mejorar en eso. En estos últimos años no creo que esté puesto el foco en tratar de tener mucha gente sentada al otro lado del televisión, sino segmentos de la población. Se puede y se deben crear marcas y franquicias nuevas. El grado de inversión que se hace en el comienzo de una serie debería también hacerse desde la perspectiva de crear una marca que tuviera segunda y tercera y cuarta temporada. Creo que las series de largo recorrido son posibles aún. Sé que hay voces que dicen que las pautas de consumo de la televisión han cambiado. Yo no estoy de acuerdo en absoluto. Creo que las pautas de consumo de la televisión siguen siendo las mismas. Es hacer historias tremendamente emocionantes, tremendamente divertidas, tremendamente dramáticas, o todo a la vez. Y se pueden seguir haciendo y debemos hacerlo. Pero para eso tenemos que tener vocación de hacer series de largo recorrido. El esfuerzo que nos cuesta poner en marcha una serie, la inversión en marketing, comunicación y dinero que hay que hacer, deberíamos pensar en algún momento en hacer series de largo recorrido. Creo que es la forma de ser mucho mas rentable.

Es un poco a contracorriente: hay una versión más económica y comercial, y otra de la gente que le gusta la televisión.

Es mucho más rentable hacer series de largo recorrido que de corto recorrido. El corto recorrido a veces quiere trabajar con las mecánicas del marketing del cine: en muy poco tiempo rentabilizo comunicación, pero probablemente lleve una desconfianza con el contenido que tienes y pienses que el marketing tiene que de alguna manera justificar ese consumo. Sigo pensando que hacer tele es muy caro y creo que la rentabilidad tiene que venir por la respuesta en grandes audiencias y una vez que tengamos grandes audiencias, la posibilidad de tener segundas, terceras y cuartas temporadas. El foco tiene que ser hacer series de largo recorrido y creo que son posibles y creo que también ahora, creo que la forma de ser económicamente y devolver la inversión a las plataformas y a los canales que ponen mucho dinero en los comienzos de la serie y creo que deberíamos tratar de seguir trabajando. Y creo que en este país somos expertos en series de largo recorrido y lo hemos hecho. Y no perder la confianza de los creadores y productores que desde los 90 y en una mucho peores condiciones, ganamos la confianza del público en una pelea mucho más desigual en términos económicos. Ahora sería más fácil, pero creo que debe haber una vocación por parte de todos los players de buscar franquicias claramente de largo recorrido y con un ADN muy particular, que nos haga tener una denominación de origen dentro del panorama de la televisión internacional.