
Sanción
42.000 euros de castigo a Mediaset por un descuido
La CNMC impone una sanción económica por emitir contenido sensible en horario protegido y sin advertencia suficiente para los menores

Hay imágenes que lo dicen todo… y hay otras que también cuestan dinero. Eso lo sabe bien Mediaset, que ha sido sancionada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) tras emitir, en octubre de 2023, una secuencia calificada como inadecuada para menores durante la edición de las 21:00 de “Informativos Telecinco”. Lo que comenzó como una queja aislada de un espectador acabó con una resolución administrativa y una multa de miles de euros al grupo audiovisual, según informó El Televisero.
La escena en cuestión —emitida en pleno horario protegido— mostraba cómo un delegado israelí, durante su intervención ante la Asamblea General de Naciones Unidas, proyectaba en una tablet la ejecución de un civil a manos de Hamás. Imágenes reales, duras, sin censura, que, aunque venían acompañadas de una entradilla con la frase “con toda su crudeza”, no fueron consideradas por la CNMC como una advertencia suficiente sobre su contenido potencialmente lesivo. Y ahí es donde empieza el problema legal.
Según el artículo 99.1 de la Ley General de Comunicación Audiovisual (LGCA), los prestadores del servicio de televisión deben evitar contenidos que puedan causar perjuicio físico, mental o moral a los menores. La CNMC, tras estudiar el caso, determinó que Mediaset vulneró esta norma al no proteger de manera efectiva a la audiencia infantil, incumpliendo así su responsabilidad como operador televisivo. Y lo hizo a pesar de que la cadena alegó que las imágenes tenían “interés informativo” y que se mostraron en plano general, con una advertencia previa.
Lo cierto es que la Comisión fue clara: la advertencia fue vaga, la emisión demasiado explícita y la franja horaria, demasiado sensible. Aunque el vídeo no ocupaba la pantalla completa ni estaba presentado con música dramática ni otros elementos sensacionalistas, su simple existencia en ese contexto fue considerada un error de criterio. Así, se abrió expediente sancionador y se ofreció a Mediaset la posibilidad de acogerse a la vía del reconocimiento de responsabilidad y pago voluntario.
Finalmente, la empresa aceptó su parte de culpa. Reconoció que la advertencia pudo y debió ser más explícita, y renunció a presentar recurso. Con ello, activó una reducción del 40 % en la cuantía inicial de la sanción: de los 42.702 euros propuestos, se quedó en 25.621,20. El pago se efectuó el 12 de mayo de 2025 y la instrucción quedó oficialmente cerrada el 5 de junio. El caso se archiva, pero deja una marca en la reputación del informativo más visto de la cadena.
Este tipo de resoluciones abre una vez más el debate sobre los límites entre la libertad de información y la responsabilidad editorial. ¿Hasta qué punto puede justificarse una imagen brutal por su valor noticioso? ¿Basta una frase introductoria para limpiar la conciencia del emisor? Mediaset decidió responder que no, al menos esta vez. Y esa autocrítica, aunque tardía, puede tener más valor a largo plazo que los 25.000 euros pagados. Porque la televisión, cuando no cuida el cómo, puede olvidar a quién se dirige.
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