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Acusan al streamer TheGrefg del desahucio de una anciana de 80 años

El famoso creador de contenidos posee una sociedad que mantiene un pulso con la señora desde hace tres años

El youtuber TheGrefg posa con un test de antígenos.
El youtuber TheGrefg posa con un test de antígenos.Twitter

En Andorra todos conocen el caso. Una mujer de 80 años vive en un piso en Escaldes, Andorra. Desde hace tres años tiene una batalla judicial con la sociedad dueña del edificio que no atiende a razones para remodelarlo a pesar de sus carencias e todo tipo. Tras la compañía el famoso streamer TheGrefg, que aparentemente, y según publica el digital "Altaveu", se desvincula del problema.

Según la publicación, la señora vive desde hace cuatro años en algo parecido a "una nevera". "Medio desguazado" es el calificativo que utiliza el medio ya que apunta a que, apesar de que el edificio requiere unas reformas urgentes, la idea de la sociedad es vender todo el bloque, por lo que intenta, presuntamente, desde hace tiempo echar a la última inquilina. Sí que el ayuntamiento de Escaldes ha obligado a la empresa a unos mínimos que garanticen la habitabilidad "digna" de la señora.

Todo arrancó en 2020 cuando el anterior propietario comunicó a los inquilinos su intención de vender el inmueble, ya que los residentes eran un número muy pequeño. Todos dejaron sus viviendas salvo esta señora y uno de sus hijos. Según cuenta "Altaveu", en verano de ese año el edificio pasó a formar parte de la cartera de la sociedad Grefito SLU. Ahí empezaron los problemas y la mujer incluso ha denunciado ante la policía haberse encontrado en su casa un muñeco colgado por el cuello en señal de advertencia, supuesto que la empresa ha negado por completo.

El siguiente paso, siempre según el digital, fue ir desarmando los pisos vacíos incluyendo las ventanas, por lo que la corriente creada ha convertido el edificio en un gigantesco cubito de hielo. La mujer se encuentra en el edificio gracias a un acuerdo verbal sobre la posibilidad "vitalicia" de vivir en el piso, sin embargo desde la empresa exigen un documento que acredite tal condición. El tira y afloja continúa y la señora se niega a irse mientras la empresa pretende comenzar las reformas sin tenerla en cuenta.