
Estreno
"Tu cara me suena 12": ¡Una barbaridad intergaláctica!
El fenómeno televisivo de Antena 3, regresa con nuevas caras, un jurado renovado y el mismo espíritu de espectáculo irreverente que lo hace líder

Hay formatos que envejecen con dignidad. Otros se reinventan. Y después está “Tu cara me suena”, que simplemente renace cada año con más fuerza que nunca. Este viernes 4 de abril, Antena 3vuelve a abrir el telón con la duodécima edición de su buque insignia del entretenimiento. Lo hace con el aplomo de quien no necesita demostrar nada, pero sí tiene mucho que ofrecer: caras nuevas, una química de plató en plena ebullición, un sorprendente casting que mezcla bagaje y frescura, y un objetivo que es una declaración implícita de intenciones: que los viernes sigan siendo suyos.
La presentación oficial del programa confirmó lo que ya se intuía desde hace semanas: la maquinaria está engrasada. Manel Fuentes, como siempre al frente, lo dijo claro y sin medias tintas: “Es el programa más completo que he presentado en 35 años. Nunca es el mismo. Cambia la química, cambia todo. Y todos piensan en cómo pueden sumar”. A su lado, el jurado también se ha reformulado: regresa Àngel Llàcer, el alma de la fiesta; se incorpora Flo, que entra como un cuchillo caliente en mantequilla, y se mantienen Chenoa y Lolita, que no necesitan carta de presentación.
En cuanto al casting, el menú es variado y bien condimentado. Nombres con carrera como Gisela, Manu Baqueiro o Ana Guerra comparten escenario con perfiles salidos de las redes como Esperansa Grasia o Yenesi. Bertín Osborne pone la nota de veteranía televisiva, Melani se convierte en la primera menor de edad en concursar y Mikel Herzog Jr. carga con el apellido, pero pisa el plató con peso propio. El resultado: una alineación que no se mide por edad ni estilo, sino por la disposición a dejarse moldear y, a veces, hasta despeinar.
“Es una experiencia más dura de lo que esperaba. Ser cantante no es ninguna ventaja”, confesó Ana Guerra, con esa mezcla de entusiasmo y susto controlado que da estar fuera de la zona segura. Gisela, que vuelve a los orígenes (“empecé con ‘OT’ en este plató”), lo hace tras ser madre, en su primer programa tras la maternidad: “Me estoy adaptando. No podemos estar mejor cuidados”. Manu Baqueiro, que presumió de actor para no demostrar el vértigo que le produce asomarse a la música, lo resumió sin postureo: “Es un desafío absoluto para mí. Me lo estoy gozando mucho. Hay que currarse este programa. Ya me lo dijo Arturo Valls”.
En plató se notan las costuras bien hechas. Todos los concursantes coinciden en algo: el ambiente es una familia improvisada, una especie de compañía de teatro ambulante que no va de gira, pero sí de gala en gala. “Si esta gente no me llega a tratar tan bien, el primer día me desmayo”, soltó Esperansa Grasia. Goyo Jiménez, que nunca llega sin opinión formada, aportó su dosis de ironía: “Es una vergüenza que gente que no cotiza concurse o que otros que deberían estar jubilados estén aquí. Pero también te digo que es un programa con honestidad. Es tele de verdad. Nos pagan por jugar”.
Entre bambalinas se respira eso que no se puede forzar: complicidad. “El año pasado, al acabar, todos se fueron juntos de casa rural”, recordó el equipo. Este año la conexión ya se ve en el escenario, y se huele desde la primera gala. Algunos concursantes no tienen reparo en admitir que esto les supera un poco. “Yo vengo del mundo de la ópera. Me llamaron y dije que no, estoy preparando la EBAU… pero te hacen la vida tan fácil”, contó Melani, que justo antes de la final cumplirá 18. “Salgo del instituto y me llevan al plató”.
Con más de 50 países adaptando el formato (el último, Uruguay) y cifras que hablan solas —19,7% de cuota de pantalla en la última temporada—, “Tu cara me suena” no se limita a mantenerse: se permite crecer. No hay un solo concursante que no haya sido sacado de su molde. “Les llevamos a interpretaciones lejanas a sus gustos. Y lo hacen. Son muy valientes”, destacaron los responsables del programa. A eso, súmale el nuevo latiguillo de Àngel Llàcer (una “barbaridad intergaláctica”) y la buena acogida de Flo, que “ha venido a refrescar el formato”.
¿Más ingredientes? Habrá sorpresas. No, no de las que “te dejan al borde del asiento”, sino de las que simplemente te hacen querer quedarte en él. Una televisión que no busca aleccionarte, sino entretenerte con elegancia, con ritmo, con un punto de ternura, otro de brillante locura y muchísimo buen humor. El cóctel no cambia mucho, pero tampoco lo necesita. La mezcla sigue funcionando, y la receta, por ahora, no tiene fecha de caducidad.
El día que Bertín dijo sí al maquillaje
Ha costado, pero ya está aquí. Bertín Osborne se suma por fin a “Tu cara me suena”, en una incorporación que se ha cocinado a fuego lento durante años. En la edición anterior estuvo a punto de fichar, pero no llegó a cuajar. Esta vez sí, y lo hace con una novedad rotunda: en más de cuatro décadas de televisión, jamás había pasado por maquillaje. El plató de Antena 3 lo ha logrado. Reconoce que no está en su hábitat, pero no se esconde. Se deja llevar, canta, se transforma... y, para sorpresa de muchos, lo disfruta. Él mismo admite que está probando cosas que nunca imaginó hacer, y que todo le resulta tan nuevo como estimulante.
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