Balance

José Pablo López ajusta las cuentas y lanza su mensaje: no hay caso RTV

La corporación pública ha cerrado el primer trimestre de 2025 en equilibrio presupuestario, mejora ingresos y reduce gastos sin afectar a la audiencia

El presidente del Consejo de Administración de la Corporación RTVE, José Pablo López, comparece ante la Comisión Mixta de Control Parlamentario de la Corporación RTVE y sus Sociedades, en el Congreso de los Diputados, a 27 de marzo de 2025, en Madrid (España). López ha realizado la comparecencia periódica del presidente del Consejo de Administración de la Corporación RTVE, donde ha contestado preguntas presentadas conforme a la Resolución de las Mesas del Congreso de los Diputados y del Senad...
José Pablo López comparece ante la Comisión Mixta de Control Parlamentario de la Corporación RTVE y sus SociedadesFernando SánchezEuropa Press

La radiotelevisión pública no atraviesa su mejor relación con la opinión publicada, pero sus cifras empiezan a decir otra cosa. En su comparecencia ante la comisión de control parlamentario, el presidente de RTVE, José Pablo López, lo ha dejado claro: no hay caso RTVE, por mucho que se intente construir uno. Y para demostrarlo, ha tirado de contabilidad: el primer trimestre de 2025 se cierra en equilibrio presupuestario, frente a los dos millones de pérdidas del mismo periodo en 2024. El mensaje no es solo económico. Es político, simbólico y estratégico.

Los ingresos comerciales han crecido un 29%. El gasto de explotación ha bajado casi un 2%. El consumo de programas ha descendido, sí, pero de forma controlada (un 8%). Y, aún así, La 1 cerrará marzo con su mejor dato en este mes en ocho años. La televisión pública, con todas sus complejidades, se reivindica con datos en la mano y una idea muy clara: la sostenibilidad no es incompatible con la ambición.

López ha querido desmontar, una por una, las ideas que circulan sobre la supuesta debacle. No hay cambio de criterio con el IVA. No hay causa de disolución. No hay rescate necesario. No hay deuda más allá de la bancaria, vinculada al mismo conflicto del IVA. “Ninguna de esas cuestiones sucede en RTVE”, ha insistido. Y para quien aún dude, ha recordado: “Tenemos informe de auditoría favorable”.

Más allá del balance financiero, el presidente ha aprovechado su intervención para marcar rumbo. Ha defendido la adquisición de derechos deportivos como el Mundial 2026, destacando que se trata de una operación razonable y compartida con Mediapro, con un coste por partido muy inferior al del Mundial de Qatar. Ha puesto el foco también en el relanzamiento de Teledeporte y en la necesidad de RTVE de estar presente en grandes eventos, no solo por la audiencia, “sino por los valores que transmite”.

Y hay más: el regreso del directo a las tardes de La 1, algo que no ocurría desde hace una década, con un nuevo magacín que promete frescura, eficiencia y un ahorro diario de 54.000 euros. En paralelo, La 2 estrena “Malas lenguas”, y RTVE lanza un doble asalto a una franja que llevaba años sin definición clara. Es una apuesta de programación, pero también un gesto: volver a competir donde antes se rendía.

El otro gran frente que López ha querido blindar es “La Revuelta”, el programa que ya suma 100 emisiones y que ha logrado, según sus datos, liderar en su franja con un 14,7% de share y convertirse en una de las referencias del access prime time. Pero lo más interesante está fuera del Excel: según un estudio de IMOP Insights, una parte relevante de sus espectadores habían abandonado la televisión y han vuelto gracias al programa. El 76% asegura que les ha devuelto las ganas de reírse con la tele. Y eso, en esta industria, es oro.

RTVE no está pidiendo un aplauso. Está pidiendo que se escuche con los datos sobre la mesa. Que se deje de hablar de ruina cuando lo que hay es ajuste. Que se entienda que una televisión pública no puede ser medida solo en pérdidas o ganancias, pero que aun así —cuando quiere— puede competir también en eso. Y que el servicio público, si se cuida y se programa con cabeza, sigue teniendo audiencia. Y futuro.