Obituario

Muere Gérard Chaillou, rostro habitual de la TV francesa

Su carrera dejó más de setenta títulos entre películas y series, con una huella imborrable en el humor televisivo de autor

Muere Gérard Chaillou, rostro habitual de la TV francesa
Muere Gérard Chaillou, rostro habitual de la TV francesaM6Pro

La televisión francesa ha perdido una de esas caras que no buscan el foco, pero que terminan por quedarse grabadas en la memoria colectiva. Gérard Chaillou, actor de larga trayectoria y popular entre generaciones muy distintas por su papel como Jean-Guy Lecointre en “Camera Café”, ha fallecido a los 79 años tras una enfermedad prolongada, según informó el grupo M6Pro a través de sus redes sociales. El mensaje fue breve, sobrio y directo, como la comedia en la que brilló: “Con tristeza nos enteramos del fallecimiento del actor Gérard Chaillou. M6 envía todos sus pensamientos a su familia y seres queridos”.

Aunque su nombre no siempre aparecía en los grandes carteles, su presencia era inequívoca. Con una carrera que abarcó más de cuarenta series y treinta películas, Chaillou fue uno de esos intérpretes que construyen su reputación sin necesidad de gritar. Su trabajo hablaba por él. Y en ese sentido, su paso por la versión original de “Camera Café” le permitió dejar una marca particular: la de un humor afilado, cotidiano, a veces ridículamente real.

Nacido en el departamento de Yvelines, su carrera actoral empezó en los años 70, pero fue en los 2000 cuando alcanzó su mayor popularidad gracias al formato de sketches frente a la máquina de café de oficina. Jean-Guy Lecointre, el personaje que interpretaba, era una suerte de jefe que combinaba formalidad empresarial con contradicciones muy humanas. Ese equilibrio entre rigidez y torpeza lo volvió entrañable, al punto de que la versión española del programa —bastante fiel a la original— arrastró parte de ese espíritu al adaptar sus dinámicas.

Pero Chaillou no fue solo un rostro de comedia. Su versatilidad lo llevó a proyectos tan dispares como “Scènes de Ménages” o más recientemente “Que notre joie demeure” en 2024. Siempre discreto, siempre comprometido, era de esos actores que no necesitan de la intensidad excesiva para destacar. Tenía el raro talento de hacer que lo improbable sonara plausible, de que el absurdo tuviera lógica.

El anuncio de su muerte generó una oleada de mensajes por parte de colegas, fans y medios franceses, que han coincidido en destacar su profesionalismo, su sentido del humor sin estridencias y su lugar dentro de la historia reciente del audiovisual francés. Su fallecimiento no es solo una pérdida personal, sino también simbólica: una etapa de la televisión de proximidad, del humor breve y eficaz, se despide con él.

Gérard Chaillou no era una estrella en el sentido tradicional, pero sí fue un referente.