
Épico
Sara se corona con el coche y un panel de 900€ sin tirar en "La ruleta de la suerte"
La joven gaditana de 23 años vino con un objetivo en la cabeza y lo ha materializado con mucha maña e inteligencia

Uno de los grandes sueños de todo participante de "La Ruleta de la Suerte" es acceder a la ruleta final y conseguir llevarte a tu casa el preciado coche que permanece programa tras programa esperando ser conducido por un afortunado concursante. Hoy ese sueño se ha convertido en realidad y Sara, una joven de 23 años procedente de la localidad gaditana de Algodonales, ha conquistado el último escollo del programa y ha conseguido llevarse a casa un fantástico automóvil de la marca Peugeot y de color azul. Enfermera de profesión, se vino a Madrid hace año y medio para ganarse la vida gracias a sus estudios y hoy en el concurso de éxito de sobremesa de Atresmedia ha conseguido, además del coche, un gran bote de 2.075 euros.
Un panel para la historia
En una emocionante emisión de "La Ruleta de la Suerte", Sara ha protagonizado uno de los momentos más épicos del programa al llevarse 900 euros sin necesidad de girar la ruleta. Todo ocurrió cuando su compañera Maya, que llevaba un buen juego, tuvo la mala fortuna de caer en la casilla del “Se lo doy”, entregándole así su bote acumulado. Aunque intentó seguir jugando para recuperar algo de dinero, un desafortunado “Pierde turno” frustró sus planes y dio paso a Sara, quien, sin pensarlo dos veces, resolvió el panel con éxito. El maestro de ceremonias, Jorge Fernández, no pudo ocultar su asombro, destacando la increíble rentabilidad del movimiento de la concursante.
Pero la suerte de Sara no terminó ahí. En la gran final, tuvo la oportunidad de jugar por el premio mayor y enfrentarse al panel de “Tres sinónimos”. Apostando por las consonantes “c”, “n” y “l” y la vocal “e”, logró descifrar rápidamente la respuesta correcta: “Lentes, gafas y anteojos”. La tensión creció en el plató mientras Jorge Fernández desvelaba el contenido del sobre que determinaría su premio final. Finalmente, tras unos segundos de suspense, la explosión de júbilo no se hizo esperar: ¡Sara se había llevado el coche! Emocionada, no podía creerlo y repetía incrédula: “¡Creo que estoy soñando!”. Sin duda, un momento inolvidable en la historia del concurso.
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