Entrevista

Javier Olivares: «Victoria Eugenia se convirtió en estratega del futuro de la monarquía en España»

El director se encuentra rodando la adaptación homónina de Pilar Eyre «Ena» sobre la reina Victoria Eugenia, para TVE

Javier Olivares, guionista.
Javier Olivares, guionista.La Razón

Atravesamos la nube de pólvora y gente malherida en el suelo de Madrid tras el intento de asesinato de Alfonso XIII para hablar con Javier Olivares, director de «Ena», la nueva serie del creador de «El Ministerio del Tiempo», sobre la vida de la reina Victoria Eugenia, adaptando la novela homónima de Pilar Eyre.

¿Qué es lo que más le llamó la atención del libro de Eyre?

La perspectiva de una mujer, de una visión femenina. Alguien que de repente llega a un entorno que no es el suyo, que se ve reina cuando era algo a lo que no podía aspirar normalmente. Y el choque de culturas. En el libro de Pilar Eyre están todos los matices. Hubiera sido muy buena guionista, porque cuando dialoga, no habla por hablar. Te marca muy bien el estado de ánimo, la situación, y cómo el personaje llega de un punto a otro. Hay segmentos del libro que están tal cual, y hay otros previos que no he podido utilizar, porque estaba su infancia en Inglaterra, con lo cual sería toda en inglés y 20 capítulos. Hablo de ella desde que conoce a Alfonso XIII, y empieza el proceso, no fue fácil, del matrimonio. La novela acaba cuando ella deja al Rey, y yo añado un capítulo más, como de revisión del pasado, desde que deja al Rey hasta que acaba la Segunda Guerra Mundial, y la perspectiva de qué va a pasar con la Corona: será capaz de volver o no. Eso lo hago con un periodista que era de «La Vanguardia». Durante el proceso de documentación me encontré con una joya suya, que en ocho columnas, de repente hablando de otro tema, en un fragmento pequeño dice, «esto me recuerda la vez que la Reina Victoria Eugenia me invitó a tomar un té en un hotel de Londres...». Esto me hizo reconsiderar toda esa parte final y añadirlo al texto de Pilar. Dice el periodista que para la Reina la Constitución es algo muy frágil, como para si la rompes, poder reconstruirla. Y ese pacto entre monarquía y dictadura me dio una visión de una Victoria Eugenia de educación inglesa, en la que la monarquía no interfiere en el poder político de reina en un país en el que de repente un rey admite una dictadura, que fue el origen de todo lo que viene después. Ella, como abuela, era la que educó a Juan Carlos, la que le quitó la r de no saber hablar en castellano, mientras esperaba si su hijo Juan podía ser rey, ya preparaba al nieto para que pudiera serlo. Se convierte en la estratega del futuro de la monarquía en España. Ahí se me conforma como un personaje básico para la estabilidad y el futuro de la monarquía, alguien que curiosamente no era muy bien querido por la familia real española, ni por país que la había tratado como una extranjera.

¿Cómo está trasladado a la serie el personaje?

De manera natural, porque me la ha regalado Pilar. No he tenido que hacer un estudio tipo «Isabel», o tener un personaje como Irene Larra o Amelia Folk. Tengo la teoría de que si el mundo lo hubieran gobernado mujeres nos hubiese ido mucho mejor. De hecho, yo prefiero tener directoras mujeres, porque también me pasa lo mismo: gobiernan mejor un rodaje. Está todo quedando perfecto sin necesidad de testosterona. A la política, como a la vida en general, a la Historia, le ha sobrado testosterona. Esa visión de Victoria Eugenia Pilar la percibe perfectamente, y yo he seguido el hilo que ella ha marcado. A nivel de historia femenina, prefiero hablar de la mujer como un ser intelectual, sensible, y que opina y se relaciona con el entorno, que como una damisela a la que hay que salvar. En este caso, tenía tal drama en la familia que creo que se dedicó a la Cruz Roja para poder huir. Si ella generaba una enfermedad como la hemofilia, poder salvar la vida de otros muchachos. Como historia de amor, la de Alfonso y Victoria Eugenia es muy breve. Me quedo más con una reina que es una mujer primero, que llega muy enamorada, que tiene un periodo de felicidad muy corto y que luego se encuentra con muchos problemas de relación con su marido, y que de repente vive en un entorno político que no entiende. Para mí fue un personaje político muy interesante que va más allá de la hemeroteca o de la documentación de la mujer florero que vestía y que fumaba, que era atrevida, que también.

¿No le da problemas cada vez que toca el género histórico?

En general he sido muy bien tratado por historiadores. Vengo de un congreso este fin de semana de Felipe II. El problema es cuando tienes un 50 por ciento de público que le encantaría un nuevo imperio español, pues ahí te das cuenta de que, pues no cuadras. Cuando se anunció «Isabel», que en redes sociales unos decían «la tratarás como una puta guarra, que no se cambiaba de braga».Y otros decían «la tratarás como una santa que debe ser canonizada». Y elegí una opción más inteligente: tratarla como una mujer de 21 años que gobierna; en el siglo XV. Y que es la promotora de lo que es la unificación europea y el Estado moderno. Aparte, en este caso me arropo en la novela, con lo cual yo puedo utilizar diálogos de la novela y me quedo muy liberado. Cuando los dos lados te dan ostias es que estás haciendo las cosas bien.

¿Qué ha sido lo más difícil de hacer esta serie?

Ajustar las necesidades de hacer una serie que tiene mucha riqueza de lujo, que diría aquel, en un presupuesto que es correcto. Estas series, tú te imaginas lo que tendrías para hacerla fuera y se multiplicaría por cinco o por diez. Utilizar actores no necesariamente conocidos, pero que son buenos. Seis capítulos y es una narración muy fragmentada, en la que como «El Ministerio del Tiempo», cada capítulo es un género.