"Las Pelotaris 1926": Romper el techo de cristal a golpe de pelota

Quién iba a pensar que en lo más masculino de los años 20 de los frontones del País Vasco y México nacería una resistencia femenina a lo convencional, a lo establecido, a lo más machista. A golpe de pelota sabemos, aunque muchos documentos se quemaran en años posteriores, que un grupo de mujeres se decidió a poder elegir su vida dentro y fuera de las canchas. SkyShowtime estrena hoy la serie «Las pelotaris 1926», la historia de la lucha de tres pelotaris que intentan alcanzar sus sueños superando los prejuicios y las limitaciones imperantes en los años 20, cuando los hombres monopolizaban todo el poder. Idoia, Itzi y Chelo son deportistas de éxito que asumen las consecuencias de romper el molde en un mundo donde la ambición y la libertad sexual estaban negadas al género femenino. Una historia de amor, ambición y poder.

Poder contra poder

La serie, creada por Marc Cistaré («Vis a vis») y producida por The Mediapro Studio en colaboración con TelevisaUnivision, consta de ocho episodios en los que viviremos en primera persona las dificultades de las españolas Idoia Rekalde (Claudia Salas) e Itzi Galarrán (María de Nati) y la mexicana Chelo Barbosa (Zuria Vega), tres mujeres que a ambos lados del Atlántico tienen que luchar contra las normas impuestas por los hombres, pero sintiéndose libres en los frontones, intentan tomar el control de sus propias vidas y sexualidad. Cada una de ellas tendrá además que lidiar con sus propias cargas y fantasmas. Itzi vuelve al País Vasco tras triunfar en México, pero por amor, aunque sus expectativas se verán golpeadas una y otra vez hasta casi desaparecer. Chelo, por su parte, se quedará sola en DF tras convertirse en la mejor jugadora, pero un revés vital casi acaba con su vida. Idoia intentará seguir su camino de poseer su propio frontón y así ser dueña al tiempo de sus decisiones, pero el mundo de los hombres y su propia idiosincrasia la condenarán una y otra vez al fracaso personal, que no profesional.

La belleza de los escenarios naturales le aportarán a la serie una verdad que hace fácil el disfrute de los ocho episodios. El rodaje en España se desarrolló en Madrid, Guadalajara y el País Vasco. Entre otros lugares, se ha grabado en el Hotel Londres y la Playa de la Concha en San Sebastián, así como en el frontón Plaza Berri en Biarritz, y en las calles de diferentes pueblos vascos como Artikutza y Pasaia. Pero que el espectador no se confíe, la aparente amabilidad de la época, con sus vestidos, paisajes y lujos, pronto contrarrestarán rápidamente con la cruda realidad. Maltratos, chantajes, humillaciones, violaciones, asesinatos, todo vale en un mundo dominado sin piedad por los hombres. Incluso esa condición social llegará a enfrentar a las mujeres entre ellas, que desconfían hasta de sus congéneres gracias a los ardides de los roles masculinos. Pero también las protagonistas encontrarán en su desesperación y unión la fuerza suficiente para seguir adelante y sobreponerse al poder con poder. Hay que destacar el trabajo de las tres intérpretes que plano a plano y capítulo a capítulo se ganarán al espectador por sus personalidades y el arco de sus personajes. Las tres están dispuestas a cualquier cosa (no uso la expresión a la ligera), para conseguir sus objetivos, y con ellos los de todas sus compañeras. Completan el reparto un elenco internacional de actores entre los que se encuentran los españoles Alex Onieva, Krista Aroca, Eva Rubio, Jesús Castejón y Peter Vives; el argentino David Chocarro; los mexicanos Marco de la O, Vicente Tamayo, Héctor Kotsifakis, Antonio Gaona y Eligio Menéndez; y la actriz colombiana Viviana Serna.

No es la primera vez que el deporte sirve de vehículo para mostrar la injusticia de un sistema patriarcal, y sorprendentemente funciona con «Las pelotaris 1926». La serie convence y vence y se consume con facilidad, dejando en el espectador una mezcla de placer culpable y de complicidad con las mujeres que se atrevieron a romper el techo de cristal a golpe de pelota... vasca.