Estreno
Los rafas quieren morir con las botas puestas
Movistar Plus+ estrena hoy la segunda temporada de la comedia protagonizada por Antonio Resines y Miguel Rellán
La sabiduría llega con la edad, o eso dicen. Y cuando se ha vivido tanto como Rafa Jiménez y Rafa Müller, deberían estar de vuelta de todo, pero los protagonistas de «Sentimos las molestias», se enfrentan a la peor situación como seres humanos y amigos anclados en sus argumentos de cascarrabias. Así arranca la segunda temporada de la serie de Movistar Plus+ que protagonizan Antonio Resines y Miguel Rellán, con el corazón en un puño por lo que depara la vida para los rafas. Ahora que les estábamos cogiendo cariño.
Compañeros de mus
«En esta segunda temporada, hemos partido de un concepto muy claro, nuestros personajes se tienen que enfrentar definitivamente a la realidad de su propia decadencia», palabras duras de los creadores de la serie y directores Álvaro Fernández-Armero y Juan Cavestany. Entramos ya cabizbajos en la segunda entrega con nuestros personajes en un cementerio tras saber el estado de ánimo de nuestro viejo rockero favorito, Rafa Jiménez (Miguel Rellán), que ha entrado en una depresión porque el cáncer de próstata le ha cambiado la vida, tiene problemas de impotencia y se ve como el viejo que nunca quiso aceptar. El primer capítulo nos deja claro que su alter ego, y sin embargo amigo, Rafa Müller, no tiene pensado cumplir la promesa que le hizo de ayudarle a morir. Asistimos entonces a varios intentos, más o menos humorísticos, en los que el de la coleta intenta quitarse de en medio y lo convierte en su sombra. A su vez su propio mundo se tambalea con el joven Lombardo (Peter Vives) disputándole el protagonismo en la orquesta, y su exmujer, Gloria (Fiorella Faltoyano), vuelve a casarse. La convivencia de los rafas se verá empañada por dos secretos, uno de cada parte, incluida la relación de Rafa Müller con la hija de su amigo, Irene (María Miguel).Pero el azar, o no tanto, se encarga de poner en el camino de nuestros dos protagonistas a Alejandro (Manuel Galiana), un intelectual prejubilado que se convertirá en el guía de su nuevo viaje hacia la vejez. Y lo del viaje no es una metáfora y les veremos deambular por las calles de Torremolinos y Mijas huyendo de viajes del imserso y de los tópicos de las personas mayores: spoiler, sin conseguirlo. Completan la partida de mus Fernando (Fernando Colomo) y Carmen (Carmen Arévalo). Y el parchís, Melina Matthews, Olga Hueso, Clairet Hernández, José Ramón Pardo, Guillermo Montesinos y Tito Valverde. Este elenco ofrece un lenguaje más indolente y atrevido, porque hay situaciones en las que apetece cagarse en todo y no pierden de vista que el público que disfruta de esta serie no está formado por aquellos que esperan al autobús a Torrevieja.
Vivir así
Un Rafa y el otro vuelven a rodearnos con ese humor cínico que les caracteriza mientras se enfrentan a decenas de situaciones cómicas y tristes al mismo tiempo. En esta temporada hay lugar para las sonrisas contenidas en una mueca, mientras el guion nos lleva a situaciones que nos permiten conocer mejor a estos dos que se niegan a envejecer mientras el mundo les adelanta por la derecha. Sí que es cierto que no hay tantas carcajadas, aunque si explosiones, tráfico de drogas y moralejas, pero el guion gana en verdad y en un momento, que tendrá que decidir el espectador, apetece una serie regular de «Sentimos las molestias», a la espera de una tercera temporada que cada uno decidirá si existe tras el fundido a negro en el último episodio.Por encima de todo la segunda de «Sentimos las molestias» es una temporada sobre lo injusto que es hacerse mayor en este país, si uno no es capaz de desanclarse de aquello que nos aleja de nosotros mismos y que nos impide ser felices. nos enseñarán una gran lección vital: Uno no se muere cuando entrega la batuta al siguiente, cuando reconoce sus errores o cuando se va con la música a otra parte. Desaparece cuando no es capaz de asimilar cuál es su sitio en la vida de los demás.
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