La sangre fría de Bautista

No me ha podido llenar más el modo en que España ha ganado su sexta Copa Davis. Ha sido tan emocionante como la de hace 15 años en el Estadio de La Cartuja. Y lo ha sido por el protagonismo en la jornada decisiva de Roberto Bautista. El día que conocí el fallecimiento de su padre le mandé un mensaje de pésame cargado de cariño. Le decía algo así como que con todo lo que había pasado lo que debía pensar es que ahora iba a empezar a llegar lo bueno.

Cualquier otro hubiera perdido Otro número dos hubiera caído en el partido ante Aliassime sin ninguna duda. Bautista es un jugador muy sensato, muy frío y que se ha sobrepuesto a una serie de desgracias brutales. Desde la caída de su padre, que le dejó en una situación crítica hace más de dos años, hasta lo de hoy ha pasado muchos tragos durísimos. Su madre, que estaba perfecta, y que era el sostén de la familia falleció de forma repentina hace más de un año. Su padre estaba muy mal y falleció en la semana en que su hijo único estaba buscando el título de su vida.

La paliza de Rafa Nadal llegó muy forzado al día decisivo. Físicamente ya estaba tocado y eso dificultó todavía más la victoria ante Shapovalov. La presencia de Rafa permite a España soñar con ganar más Copas Davis. Tenemos al mejor número uno posible. Nunca pierde y es el mejor doblista entre los jugadores top. El número dos es un gran jugador, así que lo que toca es disfrutar del momento porque no sabemos cuánto nos va a durar esta maravillosa generación. Que la gente sepa que lo que viene detrás no es lo mismo.

Un formato a ajustar A medida que vayan avanzando las ediciones, los errores que ha habido en ésta desaparecerán. En lo del tema de los horarios habría que empezar antes por las mañanas para que los mejores sigan apostando por la nueva Davis.