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Sublime faena de Roca Rey en el triunfo de El Juli

El peruano perdió con la espada la Puerta Grande mientras que Julián la conquistó en sus dos toros

Roca Rey da un natural a su primer toro / EFE
Roca Rey da un natural a su primer toro / EFElarazon

Lo mejor de la tarde lo hizo Andrés Roca Rey en el sexto, un toro de Zalduendo que resultó bravo y noble. El joven diestro peruano entendió a la perfección la embestida y tras comenzar su labor con las dos rodillas en tierra junto a las tablas continuó en los medios toreando en series con pases llenpos de temple, largos y extraordinarios, aunque fueron los naturales, muy plásticos, bellos y puros, los que de verdad fueron aclamados por los tendidos. Faena valiente, vibrante y muy emotiva. Lástima que Roca Rey fallara con los aceros, a pesar de lo cual cortó una oreja.

Con el tercero consiguió algunos pases al natural que tuvieron verdad y ligazón, pero la condición del toro hizo que la faena fuera a menos. Fue aplaudido tras un aviso y fallar con la espada.

El valenciano con toques muy suaves dejó a su primero en los medios, donde se gustó en el toreo fundamental sobre todo al natural. Alguna serie rozó la perfección. Clasicismo y estética hubo en alguno de los pases. Se dobló con torería para concluir su labor y tras matar de estocada cortó una oreja.

El cuarto resultó desrazado y deslucido en la embestida, pero el torero de Chiva consiguió con gran técnica someterlo. De esta manera consiguió algunas tandas de gran mérito aunque su toreo resultó despegado y sin cargar la suerte. Falló con el verduguillo y escuchó dos avisos y saludos.

El Juli demostró en el coso almeriense la razón por la que es figura del toreo. En sus dos faenas mostró la excelencia de su técnica y definió con claridad lo que es el toreo fundamental, tanto con la derecha como al natural. Cortó una oreja tras una estocada en su primero y otra en el quinto tras estocada casi entera. Fue en el quinto donde expuso los argumentos de una técnica privilegiada para lograr el reconcimiento del público. El temple, la ligazón y la quietud fueron las cualidades que estuvieron presentes en sus dos faenas. Salió a hombros.

Cartel de figuras que consiguió casi llenar el tendido almeriense y donde tres toreros con diferentes estilos argumentaron que el toreo sigue siendo una verdadera lección de arte, honda y sabia.

Segunda de la Feria Virgen del Mar. Se lidiaron toros de Zalduendo. El 1º, noble y de buen juego en la muleta; el 2º, de menos a más aunque abanto y huidizo; el 3º, de más a menos en la muleta; el 4º, descastado aunque con nobleza; el 5º, siguió en la muleta aunque con su embestida no fue clara; y el 6º, bravo y con transmisión. Más de tres cuartos de entrada.

Enrique Ponce, oreja y saludos tras dos avisos.

El Juli, oreja y oreja.

Roca Rey, palmas tras aviso y oreja.