Cataluña
Con el verano llegó el entusiasmo
Andy Cartagena, desatado y en plena forma, cortó cuatro orejas y salió a hombros junto a Lea Vicens
Alicante. Segunda de la Feria de la Hogueras. Se lidiaron toros, reglamentariamente despuntados para rejones, de Fermín Bohórquez, nobles y manejables. Más de media entrada.
Fermín Bohórquez, rejonazo (vuelta al ruedo); y pinchazo y rejonazo bajo (oreja).
Andy Cartagena, rejonazo (dos orejas); y pinchazo y rejonazo (dos orejas).
Lea Vicens, rejonazo trasero y otro muy contrario (oreja); y pinchazo, dos descabellos pie en tierra (oreja).
Sí ayer –21 de junio, día que comienza el verano– se conmemoraba la muerte de Maquiavelo –que tantas connotaciones ha tenido de siempre con el taurineo–, la festividad de San Luis Gonzaga o se celebraba el Día Mundial de la Música (feliz ocurrencia del entonces ministro de cultura de Francia Jack Lang), también, recordando que tal día como ayer Francia se rindió, en 1940, a los alemanes, Alicante volvía a dejar claro que la fiesta de los toros va en su ADN y que, al contrario que nuestros vecinos hicieron con Hitler hace setenta y cinco años, no lo va a tener nada fácil el nuevo gobierno municipal cuando –dicen que definitivamente en 2017, al vencer el actual contrato de arrendamiento de la plaza– tire a prohibir las corridas en plan Cataluña. De nuevo mucha gente en gradas y tendidos para presenciar la corrida de rejones de esta feria de Hogueras. Una corrida en la que Andy Cartagena se convirtió en el gran triunfador, ya que paseó las dos orejas tras su primer turno de actuación, muy por encima de un toro, como todo el encierro, noble y manejable pero de más a menos, con el que toreó con tanto temple como vistosidad, matando de un fulminante rejonazo en todo lo alto tras haber entusiasmado con las habilidades de su caballo «Pantera».
También se hizo el amo del ruedo con su segundo, rejoneando sin problemas a otro toro colaborador que acabó agotado, sacando ahora su lado más espectacular y tremendo y entusiasmando con sus levadas y trucos.
Lea Vicens hizo su presentación en esta plaza y evidenció una monta grácil y elegante pero hubo muchas dudas a la hora de clavar. Desafortunada con los rejones de castigo y desigual con banderillas, abusando de pasadas en falso y bastantes desajustes, tampoco acertó con el rejón de muerte, pese a lo cuál se le concedió una fácil oreja a modo de regalo de bienvenida. Mucho más centrada y serena estuvo con el que cerró plaza, basando otra vez su labor en su caballo «Bético», clavando ahora con mucho más acierto y acoplada con un toro del que paseó otra oreja que le permitió salir a hombros junto a Cartagena. Fermín Bohórquez se despedía de Alicante y su afición –no porque vaya a cerrar su coso un ayuntamiento borreguil, sino porque esta temporada se baja del caballo– y volvía a demostrar su elegancia y facilidad para la monta y su mucho saber en el arte del rejoneo. Pero su oponente, de muy poca fuerza, se paró enseguida y todo lo tuvo que hacer él. Distraído y desentendido, el cuarto tampoco le dio facilidades, costándole mucho sacarle a los medios. Pero su esfuerzo tuvo recompensa al matar con rapidez.
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