José Tomás
Domecq contra todos
Hasta once encastes distintos morarán en los corrales: desde la encarnizada pugna entre Alcurrucén y Victoriano del Río, sinónimo de Puerta Grande en los últimos años, hata los regresos de Partido de Resina, Baltasar Ibán, Escolar o Pedraza de Yeltes pasando por ilustres clásicos de la cabaña brava como Victorino, Cuvillo, Miura o Garcigrande
¿Encadenará Alcurrucén su quinta Puerta Grande consecutiva? ¿Logrará algún torero ser el primero de la Historia que desoreja a un ‘Jandilla’? ¿O ser el primero en abrir la Puerta Grande con la de Fuente Ymbro? ¿Romperá su sequía de cinco años sin orejas en Madrid Victorino Martín? ¿Logrará Victoriano del Río su novena Puerta Grande en el siglo XXI? Mil y una incógnitas que despejar en esa ecuación de sinuosa solución llamada Madrid. La flor y nata de la cabaña brava volverá a desembarcar en los corrales de Las Ventas. San Isidro 2018 mediante. Contará el ‘Mundial’ del toreo con una materia prima a la altura. Hasta once encastes diferentes, uno más que en 2017, para batir el registro de 18 orejas –guarismo más alto desde 1974- de la última isidrada. Un ciclo en el que se lidiaron 201 reses –hubo nueve bureles devueltos- con un peso medio de 572 kilos, de los 679 de ‘Inclusero’ (Domingo Hernández) a los 481 de ‘Matajaca’ (La Quinta). Además, volvió a acentuarse la presencia de toros cinqueños hasta incrustarse por encima del 38 por ciento.
A la cabeza, fiel a su hegemonía de las últimas décadas volverá a estar el encaste Domecq. En 16 de los 34 espectáculos estará presente esta sangre. Un porcentaje que sigue varado en la media de los últimos años, que sigue oscilando en torno a la mitad de los encierros reseñados, si bien en los últimos años no alcanza a ese vaso medio lleno, medio vacío. Victoriano del Río, que lidiará sendos encierros en la isidrada, volverá a erigirse en el gran abanderado de este encaste. Sus triunfos así lo atestiguan. Garantía de gloria. Hasta ocho salidas a hombros han propiciado los astados del criador de Guadalix de la Sierra en lo que va de siglo: César Jiménez (2006), El Juli (2007), José Tomás (2008) –último torero capaz de cortar cuatro orejas en un solo día y de cuya histórica tarde se cumple una década-, Luis Francisco Esplá (2009), Talavante (2013), Perera (2014), Manzanares (2016) y López Simón (2016).
Su gran rival y perseguidor en esta dura pugna de Puertas Grandes, Alcurrucén, será este año el único exponente del encaste Núñez, que desciende su presencia con respecto a otras temporadas. El hierro de la casa Lozano fue la gran triunfadora del abono de 2017 y, por primera vez en su palmarés, dos toreros –Ginés Marín Juan del Álamo- salieron a hombros en una misma feria. Un logro que no se conseguía desde que en 2007 lo hicieran Talavante y Juan Bautista, con reses de El Puerto de San Lorenzo. Tras Castella (2015), David Mora (2016), Ginés Marín y Juan del Álamo (2017), Alcurrucén busca su quinta Puerta Grande consecutiva. El Juli será uno de los candidados a lograrla, pues matará estos toros por quinto año consecutivo.
El encaste Domecq también tendrá tres nombres propios en esta ‘isidrada’: Pedraza de Yeltes, que regresa tras ausentarse el curso anterior, el binomio Garcigrande-Domingo Hernández –que se ‘atiborró’ a premios como la Corrida Más Completa del 2017 y lidiará por primera vez en Madrid tras el fallecimiento del ganadero, aún en plena resaca de su histórico indulto de ‘Orgullito’ en Sevilla- y Jandilla. Su ‘Hebrea’, premiado en 2017 con la vuelta al ruedo, es su mejor aval –frente al que afirma que nunca se abrió la Puerta Grande en San Isidro con un toro del hierro de la estrella de seis vértices o una oreja desde Rincón en 2005-, pues permitió encadenar tres ferias consecutivas en las que asomó el pañuelo azul, hecho inédito desde 1998.
Asimismo, el encaste Domecq también estará representado en las corridas de Fuente Ymbro, que además lidiará otra novillada y tratará de estrenar su palmarés de salidas a hombros en Madrid, Las Ramblas, Juan Pedro Domecq –que buscará romper su gafe con la Puerta Grande desde que lo lograra Paco Camino en 1973-, El Ventorillo, El Pilar, Los Espartales –para rejones, junto con los ‘murubes’ de Bohórquez y Capea, por duplicado-, Torrehandilla-Torreherberos –que se estrena en La Meca-, Guadaira y Conde de Mayalde. Estas dos últimos con utreros. Dos encierros lidiará Núñez del Cuvillo, en cuyos astados se amalgaman sangres Domecq y Osborne.
El gran encaste al alza será por segundo año consecutivo Santa Coloma. Del yermo absoluto con Taurodelta, Casas optó por su recuperación y se mantienen La Quinta y Rehuelga, cuya ‘Liebre’ de vuelta al ruedo del 2017 hizo historia, pues no se daba la vuelta al anillo a dos toros en el mismo San Isidro desde 2002, que lo lograron tres divisas: Hernández Plá, Adolfo y Victorino Martín. Además, Pallarés, vía Buendía, es una de las novedades del abono como premio al notable juego ofrecido en el Desafío Ganadero de septiembre. Se medirá en el mismo formato a la citada Rehuelga. Otra que repite como recompensa a su buen juego en el regreso del año pasado es Dolores Aguirre. Defenestrada otra campaña más Valdefresno, será junto a El Puerto de San Lorenzo, que quiere desquitarse del baile de corrales de la primavera pasada, las dos bazas del encaste ‘Atanasio’.
La escala de grises de Santa Coloma tendrá más tonalidades cárdenas gracias a la presencia de sus ‘parientes’ cercanos de origen Marqués de Albaserrada. Así, repiten Victorino Martín y Adolfo Martín. La primera, de la que tan sólo Ruiz Miguel, Luis Francisco Esplá, José Antonio Campuzano y El Cid -última Puerta Grande con los de la ‘A’ coronada allá por 2005-, quiere desquitarse en un año especial de su peor racha en el siglo XXI: nadie corta una oreja de sus toros en Madrid desde hace cuatro años. La segunda sólo ha proporcionado trofeos a seis espadas en la calle Alcalá: El Fundi, Abellán, Higares, Ferrera, Perera, único que logró salir en volandas tras lidiarlos, y Escribano. La tercera, una de las divisas fetiche de la afición venteña, José Escolar, ingresa en el elenco de mayo tras ganárselo en el examen de septiembre de los Desafíos Ganaderos. Lo mismo sucede con otro encaste de parentesco: Saltillo.
Sin salir del epílogo torista ni del gris, asoma otro de esas vueltas que siempre son bien recibidas: Partido de Resina. Los legendarios ‘Pablorromeros’ de encaste Cabrera que acumulan siete reses premiadas con la vuelta al ruedo en la capital del toreo. Dos de ellos, en la misma corrida (1971). Reses encastadas, pues sólo cinco matadores han desorejado a alguno de los denominados “toros guapos”: Paco Camino, Serranito, Antonio Ordóñez, César Girón y Juan Silveti. Otro “hierro pródigo” es Baltasar Ibán, exponente de la procedencia Contreras. Asimismo, también habrá un capítulo más para la leyenda de Miura, que se estrenó en Las Ventas el 22 de junio de 1939, en un mano a mano entre El Estudiante y Curro Caro, y lidió por primera vez en Madrid –dos toros- el 20 de abril de 1849. Más de siglo y medio desde entonces. Cinco generaciones de Zahariche. Inalterable, la llama de la afición en perpetua tea. Que dure y perdure.
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