Sevilla
El mundo del toro inaugura las VI Tertulias de San Isidro de La Razón
Los profesionales del mundo del toro repasan la primera semana de feria y analizan el mañana que aguarda al toreo
La VI edición de las Tertulias de San Isidro de LA RAZÓN levantó el telón ayer en el restaurante Columbus –que cuenta con el prestigioso chef Mario Sandoval, estrella Michelín– para analizar la primera semana del ciclo isidril y el futuro de la Fiesta con la presencia de los diestros Finito de Córdoba, Juan del Álamo, Cristina Sánchez, el rejoneador Andrés Romero, el banderillero Pablo Saugar «Pirri» y los empresarios José y Jorge Cutiño.
«El mundo del toro es pura pasión, una profesión que no tiene comparación y estamos obligados a buscar soluciones a sus problemas nosotros mismos, porque algo bueno tiene que tener cuando, estando tan mal como se dice que está y en la coyuntura económica actual, seguimos aquí todos, nadie echa el cierre y se va a hacer otra cosa», ahondó Cristina Sánchez.
Finito de Córdoba replicó al quite y se aventuró a señalar por dónde podría venir la solución para garantizar un futuro próspero, algo que no termina de ver con claridad ahora mismo. «Con la situación actual soy pesimista de aquí a unos años, tenemos que sentarnos todos los sectores y todos los escalones de cada uno de ellos, por arriba y por abajo, sin excepciones, dejando a un lado egoísmos e intereses personales, porque el toreo es algo único, eterno y tan bello que no puede terminarse por nuestra propia culpa», advirtió el diestro cordobés que reconoció encontrarse «en uno de las mejores etapas» de su carrera.
«Más allá de faenas o triunfos, es el momento, el que haya llegado a interesar de nuevo al público y creado esta expectación de nuevo, cuando me falta un año para cumplir los 25 de alternativa... La tarde del 22 en Madrid será un día muy bonito, precioso: por estar en ese cartel con dos figuras como Morante y Talavante, por el escenario y lo que supone Las Ventas, por una ganadería como Montalvo que embistió en Sevilla y el año pasado en Madrid salió buena...», analizó Finito que nada más terminar la sobremesa salió directo hacia esta ganadería charra –que lidiará un encierro cinqueño el próximo jueves– para el último tentadero.
Con el paso de los años, Finito vive la tensión, la responsabilidad de estar anunciado en el Cónclave «con mucha más tranquilidad». «Ya el año pasado, en mi vuelta, me lo tomé con más calma, a estas alturas de mi vida es diferente, aunque la responsabilidad y esa presión que siempre va creciendo según se acerca el día están ahí, me lo tomo todo con más serenidad», confiesa.
El rigor de esos nervios a las puertas de Madrid, ya los ha vivido esta temporada Juan del Álamo. Y es que «Madrid siempre pesa, más todavía, cuando el resto de la temporada depende de lo que pase aquí como es mi caso». El mirobrigense es uno de los nombres propios de la primera semana de feria. Una oreja y el quicio de la Puerta Grande entreabierto a un espadazo de salir Alcalá arriba izado por la marea humana. «Fue una tarde muy importante para mi carrera, de las que sirven para crecer como torero; mi primero fue un toro noble que tuvo virtudes y que, por suerte, tuve la inteligencia y la capacidad de saber entender, de administrarlo para construir una faena rotunda, en la que toreé muy despacio», recuerda tras sentir a esa plaza «rota, entregada». «De las cuatro orejas consecutivas en Las Ventas, es la de mejores sensaciones, noté a Madrid conmigo, muy identificado con mi toreo y me llena de orgullo», agradeció.
De triunfo a triunfo. De Madrid a Sevilla. De torero a rejoneador. Andrés Romero, primer jinete en tomar la alternativa en La Maestranza, cortó dos orejas: «Salí muy tranquilo pese a ser una tarde clave, fue una pena que fallara con el descabello en el primer toro, porque ahí estaba la Puerta del Príncipe». «Da rabia, pero aún estoy empezando, así que me quedo con los dos trofeos del segundo, un toro sin transmisión, y con el buen ambiente que he dejado, porque ha servido para que crezca un poco más la expectación por verme», valoró el onubense.
La promoción de la Fiesta fue el siguiente eslabón de la conversación. Cristina Sánchez incidió en la importancia «abrir y acercar a todo el mundo la Tauromaquia, porque ésta es la era de la comunicación». «Tenemos que actualizarnos, la obra social del torero debe conocerse, saber lo que representa, hay que llegar a la gente universitaria, porque son personas que saben lo que quieren y son las mentes pensantes del mañana sin salir de nuestra era», advirtió. Pablo Saugar «Pirri» coincidió «en la necesidad de refrescar tanto el espectáculo como los carteles con nuevos nombres».
José Cutiño reconoció su «crecimiento» como empresario «gracias a Málaga, que se logró el año pasado en unas condiciones aceptables, y Zaragoza en 2014». «Estamos en Málaga cinco años, un pliego largo que permite invertir en programación y recoger más adelante los frutos». Su hijo, Jorge, se mostró «deseoso de recoger su testigo y continuar con una carrera consolidada de 25 años». Una saga con futuro. El aval de los jóvenes. Sangre nueva para la Tauromaquia. Bienvenida sea.
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