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El sector asegurador acelera la integración de la IA para 2024

Minsait organiza las jornadas «Hasta el infinito y más IA», en las que los expertos trataron de la importancia de su aplicación

La IA se presenta como una oportunidad para la industria de los seguros, aunque siempre manteniendo en el centro a las personas
La IA se presenta como una oportunidad para la industria de los seguros, aunque siempre manteniendo en el centro a las personasMinsait

La inteligencia artificial ha penetrado en el día a día de los ciudadanos y en todas las industrias, incluyendo el ámbito asegurador. Si 2023 fue un año de conocimiento y adaptación a esta nueva realidad, 2024 ha comenzado abriendo nichos de oportunidad para la aplicación de la IA en toda la industria y lograr los máximos beneficios.

«Tenemos que empezar a aplicar la IA de una forma estructural y organizada. Hemos de asumir que la inteligencia artificial no es una era de cambios, sino un cambio de era. En esta coyuntura es importante hacer proyectos de modelos de gobierno desde el inicio, contar con la consultoría de expertos sobre la inteligencia artificial y su aplicación, y detectar dónde y cómo se necesita en cada negocio». Así lo explicó Andrés Duque, responsable de IA Negocio Seguros en Minsait (Indra) en la jornada «Hasta el infinito y más IA», organizada por la compañía.

Desde la personalización de pólizas hasta la automatización en la gestión de reclamaciones, la IA promete transformar el panorama asegurador, mejorando la experiencia del cliente y optimizando procesos internos. Y todo ello sin olvidar las dificultades y retos a los que se enfrenta la industria en el momento de su aplicación, sobre todo en cuestiones éticas, de privacidad, así como en la necesidad de un marco regulatorio adaptativo que garantice la seguridad sin poner frenos a su desarrollo.

«La inteligencia artificial tiene innumerables ventajas a todos los niveles, pero también viene con ciertos riesgos y obligaciones a tener en cuenta. Por ejemplo, conseguir que su uso sea lo más sostenible posible, acotando su consumo de procesamiento mediante técnicas de Green AI. «Prestar atención al impacto ético de los modelos y contar con protocolos de seguridad, algo que la normativa contribuye a homogeneizar, también minimiza los riesgos para poder maximizar los beneficios de su aplicación», concreta Leticia Gómez, responsable de Estrategia y Gobierno de IA en Minsait

Al servicio del negocio

Durante la jornada se puso especial énfasis en la importancia de la información como materia prima de la IA y en la necesidad de los que los datos estén al servicio del negocio. Por ello, es importante trabajar todas las fases de la aplicación de la inteligencia artificial para sacar el máximo partido y minimizar los riesgos para el negocio.

Según se ha evidenciado en la jornada, la primera fase pasa por la co-creación, donde es necesario elaborar el business case en el que se quiere aplicar la IA. Seguidamente, es importante exprimir al máximo la fase de pilotaje y aprender todo lo posible de ella. Después de pasar por la definición del modelo de gobierno se llega al escalado, donde todo esto se convierte en activos estratégicos para el sector asegurador que se usan para crecer y que donde la inteligencia artificial se convierte en el activo que da forma al negocio.

También se ha apuntado a la necesidad de que todos los actores, tanto de las áreas de negocio (Producto, Comercial, Siniestros…) como de las áreas tecnológicas de las compañías (IT, Arquitectura, Data Analytics, etc.) se junten para desarrollar y poner en marcha estas nuevas aplicaciones de la inteligencia artificial que puedan dar respuesta a los retos de las empresas.

Al servicio de las personas

Pese a los retos que existen, las ventajas de la inteligencia artificial aplicada al sector asegurador demuestran que los nuevos sistemas y operaciones nacen para mejorar los procesos habituales y llenarlos de valor. «Es como una carretera con curvas, y en cada una, hay un reto. Pero lo más importante es que la IA está al servicio de las personas y existe para empoderarlas, ya que, como cualquier otra tecnología, en el momento en el que se democratice, serán las personas las que aportarán el valor diferencial. Para que esto no se desvirtúe, hay que primero entender muy bien cómo funciona y para qué podemos usarla. Luego es importante saber transmitir de forma clara el mensaje, y capacitar a todos los equipos y particulares en su entendimiento y su uso», mantiene José Carlos Prieto, gerente de Transformación y Excelencia Operativa en Santalucía.

En el ámbito más operativo, ya existen seguros hiperrealistas que son capaces de estudiar qué contratiempos cubre el seguro de hogar contratado y pueden recomendar al mismo tiempo pólizas más ajustadas a las necesidades concretas. A nivel de negocio, la inteligencia artificial facilita y mejora la evaluación de riesgos, la gestión de las pólizas, el diseño de nuevos productos basados en las necesidades de los clientes y, por supuesto, la obtención y evaluación de datos, entre otras cosas. Así lo evidencian marcas que ya han avanzado en estos desarrollos, como es el caso de MAPFRE, cuyo Global Chief AI Officer, Diego Bodas, destaca las ventajas que acompañan a esta transformación: «En el caso de MAPFRE, la IA lleva años dando retorno positivo y muy significativo en campos como la optimización del fraude, la eficiencia operativa y la mejora de los modelos de fuga, entre otras cosas».

Por su parte, Andrés Espín, responsable de Innovación TI en SegurCaixa, subraya estas ventajas y augura un 2024 enfocado hacia la democratización de la Inteligencia Artificial. «El pasado 2023 fue un año de conocer esta tecnología, entenderla y hacerla nuestra. Este 2024 es el momento de pasar a la siguiente fase, el año de centrar los esfuerzos en una implantación segura. Y para ello las organizaciones deben dar algunos pasos previos, antes de que sean los propios empleados los que se lancen a utilizarla por su cuenta».