Salud

Cuando la tos deja de ser síntoma y se convierte en enfermedad

Las tos crónica, aquella que persiste después de ocho semanas, afecta al 5,5% de la población

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Un niño sonandose con un pañueloDreamstimeDreamstime

La persistencia de la tos más allá de las ocho semanas, conocida como tos crónica, afecta a aproximadamente el 5,5% de la población en España. Este tipo de tos, distinta de la que acompaña a un resfriado común, puede generar problemas de salud relacionados con afecciones respiratorias.

Según expertos médicos, la tos persistente requiere atención médica. A partir de 2024, de hecho, se espera la llegada de un fármaco específico para tratarla que probablemente precisará de prescripción por parte de un sanitario.

Es fundamental que quienes experimentan esta tos acudan al médico de familia para ser objeto de un estudio inicial. En caso de persistencia, se debería considerar la derivación al neumólogo para un análisis más exhaustivo que pueda determinar su origen.

La evaluación varía según la edad del paciente. Se deben descartar posibles alergias, rinitis o asma en pacientes jóvenes, mientras que en personas mayores se debe aclarar su relación con el reflujogastroesofágico o la ingesta de antihipertensivos.

Entre las causas comunes de esta tos se encuentran el tabaquismo y enfermedades relacionadas, como la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), sobre todo la bronquitis crónica.

La COVID-19 también es una causa postinfecciosa frecuente de la tos crónica. Algunos pacientes, tras más de ocho semanas desde la infección, continúan tosiendo por la persistencia del virus, aunque no serían contagioso para otras personas.

El impacto significativo de esta tos en la calidad de vida del paciente y su entorno familiar es importante, con lo que resulta preocupante la falta de conciencia sobre esta problemática. En este sentido, resulta clave la evolución en el desarrollo de fármacos, como los antagonistas de los receptores P2X3, que se han presentado en los últimos años como una posible vía para abordar la tos crónica deja la esperanza de mejorar su tratamiento y reducir su impacto en la calidad de vida de los afectados.