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¿Cuánto le cuesta a los españoles participar en Eurovisión?

De media: 400.000 euros, una cuantía muy baja si se compara con la que maneja la cadena pública para otras producciones y con su rédito en audiencia

Miki actuará en la segunda mitad de la final | RTVE
Miki actuará en la segunda mitad de la final | RTVElarazon

De media: 400.000 euros, una cuantía muy baja si se compara con la que maneja la cadena pública para otras producciones y con su rédito en audiencia

La única que vez que España organizó el Festival de Eurovisión gastó en torno a cien millones de pesetas. Es decir, 600.000 euros de ahora. Por aquel 1969, el gobierno de Franco no quiso escatimar en recursos: tenía que rentabilizar la victoria de Massiel con ‘La, la la’ como fuese y aprovechar el tirón del certamen para mostrar a Europa un país moderno. Así, adaptaron el Teatro Real de Madrid para semejante acontecimiento, contrataron a Laura Valenzuela como maestra de ceremonia, encargaron a Salvador Dalí el diseño del cartel promocional e invitaron a todos los participantes a unas vacaciones pagadas en la Costa del Sol y Mallorca. Todo al dedillo para ocultar las carencias con las que contaba la televisión pública nacional para albergar un evento de tal magnitud. Si bien es cierto que lo resolvió con buena nota, también lo es que no ha existido posibilidad de superarlo. Desde entonces, el país se conforma con participar a la espera de sumar al palmarés su tercer triunfo. En total, lleva más de 50 años consecutivos probando suerte. Pero, ¿cuánto cuesta cada intentona?

TVE se muestra cada año muy reacia a desvelar el gasto que le supone la participación en el concurso europeo. Tanto es así, que sólo ha aportado cifras bajo la obligación de distintas sentencias judiciales. Lo hizo por primera vez en 2017, en concreto, respecto al montante de la edición de 2015 en la que participó Edurne: 396.918,47 euros, de los cuales 286.873 se correspondieron al pago por retransmitir las dos semifinales y la final. En esta cantidad también se incluían los viajes, las dietas y los alojamientos de todo el equipo que la organización desplazó hasta la sede. En 2016, el desembolso ascendió hasta 445.235 euros para abanderar la propuesta de Barei, la más cara de la historia. En esta ocasión, sólo el pago de los derechos de retransmisión ya significaron 293.304,21 euros, casi 50.000 más que los del año anterior. Por lo que se puede determinar que el coste medio para que España participe en el festival es de 400.000 euros. Así ha variado en los últimos años:

Eurovisión 2009 (Soraya): 338.960 euros

Eurovisión 2010 (Daniel Diges): 382.742 euros

Eurovisión 2011 (Lucía Pérez): 418.102 euros

Eurovisión 2012 (Pastora Soler): 426.483 euros

Eurovisión 2013 (El Sueño de Morfeo): 379.893 euros

Eurovisión 2014 (Ruth Lorenzo): 386.994 euros

Eurovisión 2015 (Edurne): 396.918,47 euros

Eurovisión 2016 (Barei): 445.235,86 euros

La cuantía sube o baja en función de lo lejos que se celebre el concurso o de cuánta gente desplace la delegación española. Un precio que muchos consideran excesivo, pero que no representa ni un céntimo por cada español si se extrapola al total de la población. Además, resulta bastante reducido si se compara con el gasto actual de otros productos audiovisuales de éxito: un capítulo de ‘Cuéntame cómo pasó’ cuesta 790.000 euros y un programa de ‘Masterchef Junior’ vale 689.000. Además, la cifra dista mucho del desembolso a la UEFA de 39 millones de euros por los derechos de emisión de los partidos clasificatorios de la selección de fútbol para la Eurocopa 2016 y el Mundial 2018. En definitiva, unos números muy bajos si se confrontan con los que maneja la cadena pública para otras producciones y con su rédito en audiencia. De hecho, desde este punto de vista, siempre se ha convertido en el evento no deportivo más visto del año en todo el país. El año pasado, con la participación de Amaia y Alfred, más de siete millones de personas se congregaron frente a la pantalla. Aún así, la marca a batir sigue siendo los 12.755.000 que reunió Rosa en 2002.

Eurovisión 2008 (Amaia y Alfred): 7.170.000 y 43,5%.

Eurovisión 2017 (Manel Navarro): 4.474.000 y 28,6%.

Eurovisión 2016 (Barei): 4.492.000 y 29,8%.

Eurovisión 2015 (Edurne): 5.958.000 y 39,3%.

Eurovisión 2014 (Ruth Lorenzo): 5.141.000 y 35,2%.

Eurovisión 2013 (El Sueño de Morfeo): 5.369.000 y 33,1%.

Eurovisión 2012 (Pastora Soler): 6.542.000 y 43,5%.

Eurovisión 2011 (Lucía Pérez): 4.724.000 y 32,3%.

Eurovisión 2010 (Daniel Diges): 5.760.000 y 41,9%.

Eurovisión 2009 (Soraya) 5.122.000 y 35,9%.

Eurovisión 2008 (RodolfoChikilicuatre): 9.336.000 y 59,3%.

Eurovisión 2007 (D’Nash): 3.373.000 y 28%.

Eurovisión 2006 (Las Ketchup): 4.892.000 y 38,9%.

Eurovisión 2005 (Son de Sol): 4.712.000 y 35,5%.

Eurovisión 2004 (Ramón): 6.826.000 y 50,1%.

Eurovisión 2003 (Beth): 8.790.000 y 58,4%.

Eurovisión 2002 (Rosa): 12.755.000 y 80,4%.

Eurovisión 2001 (David Civera): 5.614.000 y 45,7%.

Eurovisión 2000 (Serafín Zubiri): 4.056.000 y 34,8%.

Eurovisión 1999 (Lydia): 3.950.000 y 34,2%.

Eurovisión 1998 (Miker Herzog): 4.145.000 y 32,3%.

Eurovisión 1997 (Marcos Llunas): 3.224.000y 30,3%.(En diferido)

Eurovisión 1996 (Antonio Carbonell): 3.650.000 y 27,5%.

Eurovisión 1994 (Alejandro Abad): 3.037.000 y 26,1%.

Eurovisión 1993 (Eva Santamaría): 5.053.000 y 42,2%.

Eurovisión 1992 (Serafín Zubiri): 3.005.000 y 25,4%.

En cuanto al coste que supone al país anfitrión organizar Eurovisión, por regla general, se divide entre el Gobierno nacional, el Ayuntamiento de la ciudad que acoge el certamen y la televisión pública que emite la señal. Durante los últimos años, la inversión destinada a la organización ha oscilado en torno a los 18 y los 40 millones de euros. Los patrocinadores y la venta de entradas, en buena medida, pueden ayudar a lograr parte de la misma. Por ejemplo, Austria empleó, en 2015, 21 millones de euros y aseguró que la repercusión económica fue de 38, con lo que las cuentas parecen más que positivas para el país organizador. De todas las ediciones, el destino que más dinero invirtió fue Azerbaiyán (2012), con 100 millones, mientras que el que menos presupuesto dirigió al certamen fue Suecia (2013), con 15.