Ocio

Isabel Pantoja

Cantora se traslada a Mediaset

Isabel Pantoja lleva a toda su prole a los platós

Isabel Pantoja ya se ha metido en el barro
Isabel Pantoja ya se ha metido en el barrolarazon

Para el clan Pantoja, Cantora era como el Camelot que Jackie Kennedy se sacó de la manga para mayor gloria de su esposo John F. Kennedy: un lugar idílico, luego se descubrió que no era tanto, y el descanso de la guerrera, la matriarca Isabel. Situada en Cádiz, físicamente permanece allí con Agustín cual Lancelot desdibujado, porque hace muchos años decidió ser una sombra, aunque presuntamente mueve los hilos que da gusto. Sin embargo, anímicamente Cantora se ha trasladado a Mediaset. Con Isabel oficialmente ya metida en el barro, antes era una metáfora, ahora es una realidad, conviviendo -es un decir porque si a mí me mira la tonadillera como ella hizo a Chelo García Cortés me entra el mal de Moctezuma y no hay isla para tanto desahogo intestinal-, la tonadillera tiene que soportar al antepenúltimo, que pronto bajará en la clasificación, novio de Chabelita, Omar, con el que no se lleva ni bien ni mal hasta que le convenga.

Pero Honduras ha sido la excusa para colocar definitivamente a toda su prole en los platos. Kiko salió de “GH: Dúo” y ahora se ha ejercido en defensor de su madre en las galas; su hija, Chabelita, hace lo propio con una “nueva íntima amiga” Aneth Acosta, que también se posiciona al lado de la diva, mientras comenta en otros programas lo mal que se lleva con su hermano, llantos incluidos, de que algo hay que vivir y la niña no tiene más proyecto vital que los platós y los “bolos” de discoteca en discoteca y tiro porque me toca. No podía faltar Anabel Pantoja, fiel escudera de su tía, que se lanza en barrena a contar lo bien que lo está haciendo en “Sálvame”. Hasta pasa dando una nueva definición a la falta de sentido del ridículo Pepi Valladares, antigua sirviente de la artista, que aprovecha cada aparición para hacerle un traje que ya viene a destiempo por repetitivo. Ninguno de ellos ha heredado el talento de Isabel Pantoja salvo uno: el de pasar por caja a costa de contar lo más grande o magnificar lo más nimio hasta convertirlo en un titular. Como ven con estas constelaciones se ha creado un universo paralelo. “Todo por Cantora”, debió de pensar Isabel Pantoja al ver el cheque, pero ella no es Escarlata O'Hara en “Lo que el viento se llevó”. Podrá decir, si es que lo hace: ”Aunque tenga que engañar o robar, a Dios ponga por testigo que jamás volveré a pasar hambre”. Pues ahora parece que sí, un poquito bastante, hambre digo. Aunque en los próximos meses sí que Kiko Rivera a modo de Rhett Butler le podrá decir: “Y ahora que eres tan rica puedes mandar a todo el mundo al diablo como siempre has dicho que querías hacer”. Aunque puede que todo termine como en la película dirigida por Victor Fleming: “Francamente querida, me importa un bledo”.