Empieza la cuenta atrás para Ana Pastor y Vicente Vallés

Ambos periodistas ya están gestando los temas sobre los que preguntarán a los candidatos en el debate del día 23.

Al igual que ocurrió en 2015, Vicente Vallés y Ana Pastor ya han comenzado una relación epistolar como se entiende en los tiempos de los teléfonos inteligentes: con intercambios de WhatsApp y correos electrónicos sobre cuáles son los temas que van a plantear a Pedro Sánchez, Pablo Casado, Pablo Iglesias, Albert Rivera y Santiago Abascal en el debate que organiza Atresmedia TV y que se emitirá el 23 de abril en las cadenas del grupo. Sin embargo, para decidir las preguntas concretas se están tomando su tiempo, «porque hacerlo ahora sería absurdo. Entre otras cosas, porque los partidos políticos siguen anunciando iniciativas y algunos todavía no han hecho públicos sus programas», dice Ana Pastor.

Aguantar la presión

Ambos aseguran que las cuestiones que van a poner encima de la mesa solo las saben ellos «primero, porque un debate es como un cuerpo vivo y pasan cosas que son imprevisibles», dice Vallés; a lo que Pastor apunta, «es una suerte trabajar en un grupo como Atresmedia TV que nos permite hacerlo así. Siempre he defendido que se puede hacer un buen periodismo si tienes unos jefes que sepan aguantar la presión».

La presencia de Abascal ha sido el aliño que le faltaba a este menú de propuestas sobre el futuro de España. El director y presentador de «Antena 3 Noticias 2» piensa que «va a ser muy interesante porque es la primera vez que esté en un debate con otros candidatos, de forma que ahí se va a contrastar la opinión de cada uno sobre los asuntos que vamos a abordar». La responsable de «El objetivo» destaca que «Vox está en campaña con muchos temas sobre la mesa, pero quizá hay otros que no están tocando y el resto de formaciones sí. Siempre me pongo en la piel del espectador que se pregunta en su casa: «¿Qué pensarán sobre lo que a mí me preocupa?». Creo que esta cuestión se puede aplicar a todos y también a un candidato como Abascal, que se ha prodigado menos en los medios de comunicación».

Ya es sabido que fue Pedro Sánchez el que se demoró más en dar el «sí, quiero», algo que no les sorprende. «Normalmente, el que está en Moncloa es el que se toma un tiempo. No sé si para tomar la decisión o para anunciarla cuando le viene bien. El resto aceptaron rápidamente porque, normalmente, los partidos que no están en el poder dicen que sí a todos los debates», reflexiona Vallés.

Sobre quién es el líder que mejor se desenvuelve delante de la cámara lo tienen claro: todos. «Muchos de ellos se han bregado en tertulias radiofónicas y televisivas cuando tenían 25 y 30 años y han escalado posiciones en su formaciones hasta llegar a la posición que ahora ocupan. En el caso de Casado, ha participado en numerosos debates, pero, en general, todos están muy entrenados», comenta Vallés. A lo que el espectador tendrá que estar también muy atento es sobre si los candidatos empiezan a dar pistas de por dónde pueden ir los pactos y bajo qué condiciones. Pastor señala: «Vamos a ver si se confirman los supuestos bloques que la gente espera o si hay diferencias. Hasta ahora se ha dibujado dos opciones –una alianza de izquierdas o pacto entre las derechas– pero hay cinco candidatos». En ese sentido, Valles se las promete felices con las estrategias que van a seguir. «Va a haber una mezcla de ataques de un bloque hacia otro y luego entre el mismo. Será curioso ver cómo se maneja ese aspecto. Estarán pensando: ''Cómo atacó al que está más cerca de mí, pero sin hacerlo demasiado por si luego lo tengo que necesitar; y, luego, cómo me enfrento a los rivales más directos''. Creo que esos detalles van a ser muy importantes», concluye.