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Famous: “Que un negro representase a España en Eurovisión sería brutal”

Desde que puso un pie en la Academia, su objetivo nunca ha sido convertir su música en un pedestal, sino en un refugio para quienes se sienten especiales

Famous, ganador de Operación Triunfo "OT"2018.
Famous, ganador de Operación Triunfo "OT"2018.larazon

El objetivo de Famous siempre ha sido representar a España en Eurovisión. De hecho, lo sigue siendo. Por eso, se presentó a Operación Triunfo. Por eso, abandonó sus estudios. Por eso, se arriesgó en cada actuación. “Desde que vi a Cesar Sampson cantando por Austria lo pensé”, dijo un día después de proclamarse ganador de la décima edición. “Que un negro vaya al festival sería brutal. En España, esta raza siempre ha estado menos valorada y representada, pero no lo hago solo por ella, sino también por todas las demás culturas”. Su voz es genuina; su opinión, categórica; y su estilo, irrepetible. Y, en ese camino hacia Europa, la tres juegan un papel muy importante. Dicho esto, la pregunta es evidente: ¿Podría ganar con su propuesta, “No puedo más”? “Si voy, claro. ¿Por qué no? No hay que ser negativos”, subrayó entre risas.► El «bicho raro» Famous gana OT 2018


Desde que puso un pie en la Academia, su objetivo nunca ha sido convertir su música en un pedestal, sino en un refugio para quienes se sienten especiales. Como él. Aquel “Faith” (de Sing) que cantó en la gala 0 ya lo dejó patente y ahora, tres meses después, lo ha vuelto a corroborar. Ha sido de los pocos aspirantes que ha transformado sus defectos en virtudes. “Antes de entrar en la academia tenía pocos conocimientos de música, pero poco a poco he ido descubriendo nuevas cosas”, reconoció sobre su paso por el concurso que, a lo largo de trece semanas, ha congregado a una media de 2 millones de espectadores. Precisamente, en cada una de sus actuaciones ha reunido buena parte de este ideario: todas son sus vicios madurados, llevados hacia la serenidad y vividos desde la alegría. Sus juegos guturales y sus ritmos cambiantes han variado cada semana sin sentido del orden y sin control de los tiempos. De ahí, la gracia de “El reloj” (de Lucho Gatica), “Take me to church” (de Hozier) o “Uptown funk” (de Bruno Mars): animaron las anodinas galas y cumplieron su cometido con solvencia.

Algo que también tiene claro respecto al estilo que quiere llevar por bandera en su carrera. “Soul, gospel y pop”, sostuvo, aunque durante su recorrido por OT 2018 haya tocado mucho más palos. “Me encantaría que mi disco aunase español e inglés. No obstante, aún tengo que salir y seguir formándome”. Mientras tanto, aprovechará las fiestas de Navidad para desconectar con su familia y seguir cultivando todo aquello que ya le ha hecho triunfar. Al menos, en el programa de televisión: “Nunca pensé que fuese a ganar. Mis apuestas eran Alba y Natalia”. En cambio, sus ojos oscuros, su postura firme y sus pisadas profundas aseguraban todo lo contrario: compactó como ninguno de sus compañeros cada una de sus interpretaciones, dando lugar momentos tan eclécticos como sugerentes: un verdadero romance entre el indie y la electrónica, entre las guitarras distorsionadas y las letras ensordecedoras. Aun así habrá que esperar a escuchar sus propias canciones, lo que permitirá no solo bailar viejas y nuevas glorias, sino también entender el origen y el destino de los sonidos de Famous.

Aunque desde Gestmusic insisten en que los datos cosechados son más que suficiente para renovar el formato un temporada más, en TVE consideran que “debe descansar”. No dudan de su regreso a la televisión, sino del momento en que lo hará. “Tenemos que ver si va en el primer trimestre, en el siguiente...”, aventuró Toni Sevilla, director de contenido de la cadena pública. A lo que Tinet Rubira, director de la productora, contestó: “En estos momentos, necesitamos cargar pilas. Esta edición ha tenido una intensidad máxima. Nos vamos contentos. Una vez descansemos un par de semanas, ya estaremos pensando en la próxima”.

Sobre las polémicas que han rodeado a Famous y compañía, la organización lo tiene muy claro: “El debate es muy sano. Lo mismo que el año pasado había unanimidad en casi todo, éste no”. La gala final de OT 2018 se impuso en su franja de misión, con 2.231.000 espectadores y un 19,4% de cuota de pantalla. El “talent show”, que ha perdido fuelle en la televisión lineal, continúa aumentando su consumo digital. “Hay un ecosistema de personas que, con sus vídeos y sus tuits, también se han convertido en productores de nuestros contenidos”, alegó Sevilla. “Ellos son los que han establecido un dialogo entre lo que cantan los chicos y lo que se ve en las plataformas. No hay que mirar solo el share (del que estamos muy satisfechos), sino cómo son las conversaciones que luego tenemos.