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«Rolling Stone», cuando el rock fue un arma política

Movistar+ estrena mañana, a las 22:00 horas, una serie documental sobre la publicación estadounidense que revolucionó el periodismo en los años 70

Jann Wenner, el editor de «Rolling Stone», (en la imagen) cuando se estaba preparando el primer número
Jann Wenner, el editor de «Rolling Stone», (en la imagen) cuando se estaba preparando el primer númerolarazon

Movistar+ estrena mañana, a las 22:00 horas, una serie documental sobre la publicación estadounidense que revolucionó el periodismo en los años 70.

En San Francisco tuvo que ser. Y la fecha no podía ser más propicia: el 9 de noviembre de 1967. Sus habitantes aún conservaban la excitación y euforia que les procuraron «el verano del amor» –la concentración que convirtió a la ciudad en un parte temático del movimiento hippie–, cuando los jóvenes se encontraron con el primer número de una publicación que aún no sabían que necesitaban. Se llamaba «Rolling Stone» y en su portada aparecía, en lo que fue su primera bofetada al «establishment», el pacifista John Lennon vestido con un uniforme militar con motivo de su participación en una película, «Cómo gané la guerra», dirigida por Richard Lester, que era una parodia del cine bélico. En su carta de presentación, su editor, Jann Wenner, escribía: «No es solo sobre música, también sobre todas las cosas y las actitudes que la música abarca». Ese día se puso una pica en el periodismo y la cultura del siglo XX. Su formidable legado –mientras sobrevive a duras penas en los quioscos perdida ya toda su capacidad de influencia– aún asombra cuando se ve «Rolling Stone Magazine: más de 50 años de historia», la serie documental dirigida por Alex Gibney, que Movistar+ estrena mañana a las 22:00 horas.

A través de las palabras del propio Wenner –que sigue estando encantado de haberse conocido–, de sus colaboradores, los audios de sus exclusivas, e imágenes de la época la producción recrea cómo una panda de jóvenes audaces, descarados e irreverentes lograron hacerle un corte de mangas al periodismo tradicional. Solo tuvieron que invertir seis mil euros para convertirse en una referencia.

Tenían intención de hacer mucho ruido y lo lograron. En 1970, un año después de que Charles Manson y su «familia» asesinaran a la actriz Sharon Tate, la esposa de Roman Polanski, publicaron un extenso reportaje con una portada que aún hoy asusta. Ahí está Manson con la mirada perdida y un titular impactante: «La increíble historia del hombre vivo más peligroso». Por esa época empezó a colaborar como cronista político Hunter S. Thompson, padre del «periodismo gonzo». En ella publicó «Miedo y asco en Las Vegas». Otro de sus logros fue el reportaje por entregas, que se publicó durante 1974, del secuestro de Patty Hearst por el autodenominado Ejército Simbiótico de Liberación para, pocos meses después, descubrir que se había unido al grupo.

Grandes colaboradores

«Rolling Stone» fue incorporando a una nueva generación de periodistas como el director Cameron Crowe –«Elizabethtown» (2005)–, que entrevistó a Bob Dylan, Neil Young y Eric Clapton, entre otros; Lester Bangs, despedido por Wenner en 1973 porque «desprestigiaba» a los músicos; el guionista Joe Eszterhas – «Instinto básico» (1992)–, que fue editor hasta 1975, y la fotógrafa Annie Leibovitz. En 1980 logró otros de sus hitos. Uno de sus periodistas, Jonathan Cott, entrevistó a John Lennon tres días antes de ser asesinado. Leibovitz le fotografió desnudo junto a Yoko Ono para la portada la tarde en la que fue disparado por Mark David Chapman.

Poco a poco se fue desnaturalizando hasta formar parte del orden establecido que tanto repudiaba Wenner. En los 80 y los 90 intentó captar a los lectores más jóvenes con portadas y reportajes más descafeinados. En junio de 2010 vivió su último momento de gloria, con la entrevista al general McCrystal. En ella, el comandante de más rango de la OTAN en Afganistán criticaba a la administración Obama. McCrystal renunció a su cargo. En 2015, Wenner vendió el 51 por ciento de sus acciones al conglomerado editorial que publica «Variety». Ahora sobrevive de las rentas.