Viajes

10 consejos clave para hacer las mejores fotografías de viajes

Repasamos algunos de los trucos fundamentales para conseguir la captura ideal.

Tápate la cabeza si vas de safari
Tápate la cabeza si vas de safariAlfonso Masoliver Sagardoy

1. Remedios para el contraluz

Las fotografía a contraluz pueden resultar un tanto engorrosas. Una de las soluciones más habituales para contrarrestar este efecto es sencillo, basta con utilizar un flash desde la posición en que se toma la fotografía par aportar luz al objeto deseado. Sin embargo, es divertido y útil jugar con las formas y fotografiar su silueta, ya que en ocasiones puede quedar una composición preciosa basada en las formas. En ocasiones, también se pueden ignorar las luces altas y enfocar únicamente los tonos intermedios que se encuentren en primer plano. Si el efecto deseado no se consigue a partir de la fotografía en bruto, siempre puede aclararse cualquier sombra digitalmente, a partir de la conversión RAW.

2. Crea impacto a través de los contrastes

Los contrastes de color son un elemento crucial para obtener el equilibrio necesario en una buena fotografía. Puede llegar a ser el elemento que marque esa fotografía, por encima de cualquier otro. Atreverse a buscar un contraste entre dos o tres colores otorga a la captura una intensidad que fácilmente puede llamar la atención del espectador, aunque para ello debe buscarse la combinación de colores correcta (azul y amarillo; rojo y verde). Para utilizar el contraste de colores de la forma adecuada, también es útil jugar a su vez con las sombras. Ayudan a suavizar contrastes para que no queden demasiado marcados, y pueden crear una amplia gama de tonalidades a partir de un mismo color.

3. Organiza la composición a partir de las formas

El juego de formas en una fotografía depende en gran parte del contraste de color que queramos darle. Ayudan a acentuar dicho contraste. La utilidad de las formas pasa por “ordenar” la imagen en una dirección concreta. ¿Adónde queremos llevar el ojo del espectador en primer lugar? ¿A esta o aquella persona, al paraguas que sujeta? A partir de la respuesta que queramos darle a esta pregunta jugamos con las formas, los triángulos, los cuadrados y los círculos. Dirigen la vista y organizan la imagen, dándole una sensación idónea de fluidez.

4. Juega con las curvas

Pero uno de los elementos que más fluidez pueden regalar a una fotografía son las curvas. Muestran movimiento, elasticidad, cualquier sensación de acción, en realidad. No es sencillo obtener una curva en una fotografía, el gran angular que se puede llegar a utilizar en las diagonales no sirve en este caso concreto. Hace falta usar el ingenio, tener el ojo atento. Una forma evidente de jugar con las curvas es a partir de curvas ya creadas en carreteras, edificios u obras de arte, aunque puede ser que esto le quite algo de gracia al asunto (lo divertido es que nosotros encontremos la curva, no que la hagan por nosotros). Es preferible que busquemos por nosotros mismos esa curva. Quizás en las formas de un riachuelo que fluye suave por el campo, o el gesto elástico de alguna persona, sean una buena opción.

5. Encuentra el ritmo

Como ocurre con la música, el ritmo en una imagen puede entregarle una belleza ideal. Señala en una dirección, genera un ciclo en la imagen y cierta satisfacción al ojo del espectador. Podríamos encontrar dos formas de jugar con el ritmo: la más habitual es encontrando un patrón, enfocarlo desde un punto que no resalte ningún objeto más que los otros y así darle continuidad; o encontrar el patrón y añadirle a la imagen un objeto que rompa ese patrón. El primer ejemplo podría ser un desfile militar bien fotografiado con un teleobjetivo y el segundo, una pared de azulejos rojos donde uno se ha roto y muestra una pequeña grieta otorgando vida a la composición.

6. Yuxtaposición de elementos

Probablemente la mejor herramienta a la hora de crear una fotografía digna de premio. La fotografía trae orden en el caos de la vida cotidiana. Cogiendo los elementos adecuados, siguiendo un patrón y las profundidades adecuadas, podemos conseguir ese orden delicioso que tienen las mejores fotografías. Primero debe buscarse un elemento principal en la fotografía, un protagonista, por así decirlo, y posterior a esto encontrar su conexión con los objetos que lo rodean. Los elementos extraños deben quitarse de la escena, y simplificar (no añadir demasiado) también es importante. La yuxtaposición de elementos juega con todo: formas, colores, contrastes. Una conexión adecuada puede resultar en la fotografía perfecta.

7. Obtener imágenes borrosas a partir del movimiento

Lo borroso no siempre es malo. Bien fotografiado y con la intención de hacerlo, puede resultar en grandes fotografías, siempre y cuando no se abuse de esta técnica. Existen diversas formas de conseguir una imagen borrosa, pero te diré apenas tres. La primera y la más común, pasa por ralentizar la velocidad de obturación de la cámara. Dependiendo de qué nivel de movimiento queremos otorgar a la imagen, la tomaremos más o menos lenta. La segunda consiste en enfocar el objeto deseado y dar o quitar zoom en el momento exacto en que se toma la fotografía. Así, el entorno del objeto quedará borroso y su centro nítido. Y la tercera opción es la de seguimiento. Si fotografiamos un vehículo que pasa a nuestro lado por la carretera, siguiendo a ese vehículo con el objetivo al mismo tiempo que tomamos la fotografía, el resultado será un vehículo nítido con un fondo borroso, mostrando una excelente sensación de movimiento.

8. El azar puede ser un gran aliado

En ocasiones pecamos de darle demasiada importancia a la técnica y de mecanizar el proceso fotográfico. Juega con el azar, es delicioso. Las mejores fotografías pueden tomarse en los momentos menos esperados, caminando por la calle, bajando unas escaleras, en el metro. El azar pone ante nuestros ojos miles de escenas y situaciones cargadas de fantasía que, si no estamos atentos, podría escaparse de nuestra cámara. Es bueno permitir al azar entrar en el juego y no buscar fotografías calculadas en exclusiva, sino dejar suelto el dedo del disparador, buscando una sorpresa. El juguetón azar puede revelarse ante nosotros en el momento que tomamos la fotografía, o más adelante, al revisarlas en casa y descubrir agradables sorpresas que otorgan a nuestra captura un mayor realismo.

9. Simplifica

No todas las imágenes necesitan una puesta en escena terriblemente compleja y elaborada. Puede llegar a saturar la imagen de objetos innecesarios y restarle todo el significado que pudo tener. Simplificar es bueno, en ocasiones. Dos colores, dos objetos: una casa de piedra vieja en el un monte verde. A la hora de simplificar una imagen, es importante tener en cuenta el impacto que se consigue con esa simplificación. Simplificar una fotografía sin motivo alguno resultaría insulso. Se debe jugar con los contrastes, colores y formas, de manera simplificada, para elaborar la fotografía correcta.

10. Protege la cámara del polvo

Algunos escenarios resultan especialmente engorrosos a la hora de cuidar el equipo. Ocurre en playas, desiertos y ciudades polvorientas, sobre todo cuando se levanta fuerte el viento. Pero remediarlo es sencillo. Cubrir con cinta americana las partes más expuestas de la cámara puede ser un remedio temporal, así como envolverla con papel bien cerrado hasta su uso. Si se quiere cubrir la cámara al mismo tiempo que se utiliza, basta con utilizar un plástico que cubra su mayor parte, aunque dejando a mano los botones que vayamos a utilizar. Este último método requiere que el plástico aislante no reste capacidad de uso de la cámara (que no se nos resbale, ni sea demasiado complicado manipularla).