Viajes

Ocho lugares cuya visita ya estaba prohibida antes de la cuarentena (y seguirá estándola cuando termine)

Hacemos un repaso de algunas de las localidades más misteriosas del planeta

Ocho lugares cuya visita ya estaba prohibida antes de la cuarentena (y seguirá estándola cuando termine)
Ocho lugares cuya visita ya estaba prohibida antes de la cuarentena (y seguirá estándola cuando termine)D.Spixabay

Se ha convertido en una triste costumbre. Algunas noches, cabalgando los extremos de la nostalgia y la esperanza, entro a escondidas en Internet mientras mi pareja duerme, con la luz apagada y en el silencio más absoluto. Sigiloso, a escondidas. Tecleo los nombres del Museo del Prado, Santa María de Melque, la Alhambra. Y a cada resultado me aparece coloreado de un rojo ensordecedor el temido anuncio: “cerrado temporalmente”. Devuelvo el móvil a la mesita de noche, cierro los ojos e intento dormirme. Cerrado temporalmente, prohibido el paso, hoy no puedes ir, mañana tampoco, quizás en una semana, quizás no. Llevamos casi tres meses largos fastidiados por el bicho cansino que ha decidido pulular entre nosotros. Pero me considero un espíritu relativamente estoico, cuando toca serlo, y me gusta pensar que si bien todos estos templos del saber y de la belleza tienen el acceso prohibido en la actualidad, esto es temporal, nada más, y alimento ese consuelo diciéndome que siempre ha habido sitios cuya entrada había estado prohibida y nunca me molesté en preocuparme. Los ejemplos se encuentran a manos llenas.

Varosha, Chipre

En la fotografía puede apreciarse la valla que cerca el distrito de Varosha.
En la fotografía puede apreciarse la valla que cerca el distrito de Varosha.ThomasNYhttps://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/deed.en

Durante la década de los setenta, este distrito de la ciudad de Famagusta fue un importante destino turístico, no solo para los chipriotas, sino para el mundo entero. La jet set del momento, liderada por Elizabeth Taylor o Richard Burton, gustaron de visitarla durante sus años dorados, y todo indicaba que seguiría los pasos de Ibiza, Saint Tropez y Corfú como destino de sol y playa. La ilusión terminó cuando el ejército turco tomó la ciudad durante la invasión de Chipre, en 1974. Los habitantes de Varosha abandonaron precipitadamente la ciudad antes de los enfrentamientos por temor a una matanza, y al intentar regresar a ella, comprobaron que los turcos la habían vallado y no permitían entrar a nadie. El Consejo de las Naciones Unidas dictaminó que no estaba permitido el repoblamiento de la ciudad por nadie que no fuera su habitante original, y desde que los turcos no parecen dispuestos a ceder, ha seguido deshabitada desde entonces. Su acceso está terminantemente prohibido a todo aquél que no sea personal militar.

Poveglia, Venecia

El motivo de por qué está prohibida la visita a esta pequeña isla, situada en la Laguna de Venecia, puede producir cierta familiaridad con nuestra situación actual. Aunque fue edificada como fortaleza contra las invasiones enemigas a la ciudad italiana, posteriormente comenzó a adquirir cierto renombre por ser un refugio para las familias más vulnerables de las guerras que asolaban la zona habitualmente. Pasaron los siglos, las guerras, ambos cobraron una dura factura a la pequeña isla y los edificios quedaron en ruinas. No fue hasta el siglo XIV, durante la epidemia de peste negra que asoló la ciudad y Europa entera, cuando se encontró un nuevo uso para la isla. Hasta aquí se llevaban los muertos y moribundos por la horrible enfermedad para ser incinerados.Recibe desde entonces el sobrenombre de la Isla de los Muertos. Los años convirtieron su uso con tales fines en costumbre, cada barco contaminado por la peste o cualquier enfermedad infecciosa que llegaba a la ciudad tenía la obligación de atracar aquí. La peste, aunque todavía viva en pequeños reductos diseminados alrededor del mundo, abandonó Europa dejando tras de sí millones de muertos y la isla quedó definitivamente abandonada. Actualmente está prohibido visitarla, aunque ciertas asociaciones han procurado reutilizarla.

La Cueva de Lascaux, Francia

Vista del interior de las cuevas de Lascaux.
Vista del interior de las cuevas de Lascaux.Bayes Ahmedhttps://creativecommons.org/licenses/by/2.0/

Pocas personas consiguen descubrir una cueva con pinturas rupestres que datan de hace 18.000 años. Menos personas todavía la descubren con 17 años y acompañados de un perro llamado Robot, como hicieron Marcel Ravidat y tres amigos suyos en septiembre de 1940. El descubrimiento de este hermoso reducto de las bases de nuestra pintura dio la vuelta a Francia entera y posteriormente al mundo, convirtiéndose en uno de los destinos más codiciados por los turistas de la época. Es comprensible. Los tonos acres y pardos de los toros dibujados por las manos de nuestros ancestros poseen un encanto hipnótico. Pero no hubo de pasar mucho tiempo hasta que la afluencia de visitantes comenzase a deteriorar las delicadas pinturas. Las idas y venidas de cientos de pies apresurados, el tocar o no tocar, empujados por la curiosidad, y algo tan sencillo como la mera respiración de cientos de pulmones, deterioraron lentamente las pinturas. 1.200 visitantes al año terminaron por prohibir su entrada al público en 1955, aunque el daño ya está hecho y siguen encontrándose restos de deterioros en las cuevas.

Isla Sentinel del Norte

Defiende tu isla
Defiende tu islaLa RazónLa Razón

Uno de los sitios prohibidos más conocidos en la actualidad, tras la muerte de un joven misionero estadounidense en 2018 a manos de sus habitantes. En contra de la creencia popular que afirma que ninguna persona externa a la isla ha logrado visitarla y salir con vida de ella, a lo largo del siglo XIX fueron efectuadas diversas incursiones pacíficas por parte de británicos y portugueses. Desde su el traspaso de su protección al gobierno de la India, diferentes aproximaciones fueron realizadas por este país para entablar contacto con los nativos, pero su actitud violenta y cerrada con cualquier visitante ha hecho imposible el establecimiento de relaciones consistentes. Todo barco que se ha aproximado a la isla desde entonces ha terminado por ser saeteado por flechas nativas, incluso en ocasiones han sido los propios habitantes quienes han construido balsas para acercarse a las embarcaciones extranjeras y disparar más cómodamente. Se dice que practican el canibalismo y que, de introducir a la sociedad en ellas, las enfermedades harían la labor genocida de acabar con todos sus habitantes, desprovistos del sistema inmunitario que se requiere para combatirlas. Su visita está terminantemente prohibida tanto por los peligros que acarrea para el extranjero como por esta amenaza que supondrían las enfermedades para los sentieleses.

Mezhgorye, Rusia

También conocida como la Ciudad Cerrada. Ya era habitual durante los años de la Unión Soviética que ciertas localidades estuviesen celosamente cerradas a ojos internacionales, pero del puñado de ciudades que ostentaban el estatus de ciudad cerrada, solo Mezhgorye, ubicada en los Urales, ha mantenido su secretismo. Cerca de 20.000 personas la habitan, y los numerosos puestos militares situados en las entradas de la ciudad impiden conocerla a nadie que no cuente con el permiso expreso del gobierno. Como tantos lugares prohibidos, la Ciudad Cerrada es víctima de numerosos rumores que, a falta de hechos que los prueben, juegan a ser verdad hasta que se resuelva el misterio. Unos dicen que guarda un gran arsenal nuclear, otros, que se trata de la última línea de defensa rusa en caso de invasión extranjera, con una fuerte presencia militar en todo momento y edificios a los que incluso sus habitantes tienen prohibido cualquier tipo de acceso.

El Área 51, Estados Unidos

El Área 51 es parte de una base militar a unos 128 kilómetros al noroeste de Las Vegas, en el desierto de Nevada.
El Área 51 es parte de una base militar a unos 128 kilómetros al noroeste de Las Vegas, en el desierto de Nevada.larazon

Esta localidad en Nevada es la más emblemática de nuestra lista y conocida en todo el mundo. A simple vista parece una base militar como tantas otras, carteles de prohibido el paso la señalizan, alambradas la rodean, el equipo completo que requiere una base militar - sobre todo estadounidense - para empujar lejos a los ojos curiosos. Pero ocurren ciertos detalles que han convertido a esta base concreta en un aparato del misterio. Su imagen no está disponible desde ningún satélite y el gobierno nunca ha querido explayarse en sobremanera sobre su uso, pese a la presión social que recibe en el asunto. Oficialmente se trata de una base destinada a la prueba de aviones de combate, lo cual puede explicar su secretismo, pero las teorías sobre el Área 51 se ramifican, algunas hasta los extremos de la fantasía: la más común es que se trata de una zona dedicada al estudio y control extraterrestre, pero también se dice que aquí se experimenta con viajes en el tiempo y el teletransporte, o con diferentes aparatos creados para la manipulación del clima.

Club 33 de Disney, Disneyland de Orlando

Disney characters Mickey Mouse and Minnie Mouse greet at Shanghai Disney Resort as the Shanghai Disneyland theme park reopens following a shutdown due to the coronavirus disease (COVID-19) outbreak, in Shanghai
Disney characters Mickey Mouse and Minnie Mouse greet at Shanghai Disney Resort as the Shanghai Disneyland theme park reopens following a shutdown due to the coronavirus disease (COVID-19) outbreak, in ShanghaiALY SONGReuters

Walt Disney era un hombre peculiar. Su desbordante imaginación le permitió crear un mundo paralelo al nuestro que todos hemos habitado de una manera u otra a través de sus películas, y las leyendas sobre su persona pasan por decir que pidió congelar su cuerpo para ser resucitado cuando fuera posible - lo cual no es cierto -. Pero sí quiso crear en su parque de atracciones, su mundo fantástico impreso en la Tierra, un restaurante exclusivo al que solo se puede acudir tras permanecer en una lista de espera durante 14 años, pagando 25.000 dólares como cuota de inscripción y 10.000 dólares anuales para poder seguir entrando. Poder entrar, se puede, pero los mortales asumimos que nosotros no podemos entrar. Y entre esos mortales se encuentra el propio Walt, que falleció cinco meses antes de su apertura. Mal karma para el empresario. Se desconoce qué encantos muestra este pequeño restaurante, ya que está prohibido tomar fotografías en su interior - aunque yo tampoco las haría después de haber pagado semejante dineral -. Quién sabe. Quizás guarde entre sus paredes al verdadero Mickey Mouse.

Isla da Queimada Grande, Brasil

La serpiente Bothrops insularis solo puede encontrarse en esta isla y está en peligro de extinción. Su mordedura puede ser mortal para el ser humano.
La serpiente Bothrops insularis solo puede encontrarse en esta isla y está en peligro de extinción. Su mordedura puede ser mortal para el ser humano.Nayeryouakimhttps://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/deed.en

Las excusas que impiden al público acceder a ciertos lugares son de lo más variadas: seguridad nacional, elitismo, misterio, simple cabezonería de algún gobierno... En el caso de esta isla, situada en la costa de São Paulo y de una extensión que apenas llega a las 43 hectáreas, la excusa que se encuentra es la propia seguridad del visitante. No en vano se la conoce como la Isla de las Cobras. Diferentes estudios realizados en su territorio han terminado por detectar una densidad poblacional, en ciertas partes de la isla, de hasta una serpiente por metro cuadrado. Para más inri, estas serpientes se tratan de una especie de víbora cuyo veneno puede ser letal para el ser humano y que solo pueden encontrarse en esta isla. Su color amarillo y blanquecino, como si su propio cuerpo fuera veneno, roban rápidamente todo el interés por visitarla que una mente sana podría tener. Su nombre, en español la Gran Isla Quemada, se debe a las labores de deforestación a partir de la quema de árboles autóctonos a principios del siglo pasado. La idea era plantar plataneros en su lugar pero la mala geografía de la isla, además de sus serpientes, desbancaron el proyecto. Actualmente su visita está prohibida por seguridad básica, y a nadie le parece mal.