Buenos modales
Algunas normas de etiqueta en la mesa en diferentes países y culturas
Hay muchas normas protocolarias que se imponen en otras latitudes y que aquí resultarían del todo extrañas:
No juegues con la comida, no hables con la boca llena, no comas con la boca abierta, (...) Todas estas leyes no escritas alrededor de la etiqueta en la mesa están absolutamente extendidas en nuestra cultura. Y todas aquellas personas que quieran presentarse de una forma elegante y cortés, tendrán que seguirlas a rajatabla. En algunos casos, estas normas tendrán todo el sentido del mundo y por eso podremos encontrarlas en casi cualquier país y en casi cualquier momento de la historia. Es evidente, por ejemplo, por qué no debemos hablar con la boca llena o por qué no debemos comer con la boca abierta.
Sin embargo, hay otras normas del protocolo que se nos han impuesto desde que somos pequeños y que no parecen obedecer a ninguna lógica… más allá de alguna herencia histórica y cultural. Un ejemplo típico es el de no colocar los codos encima de la mesa. No sabemos por qué era tan importante para nuestros padres que evitásemos hacerlo. Es muy probable que ni siquiera ellos lo sepan. Solo sabemos que hacerlo se considera de mal gusto. Es algo que compartimos -además- con todos los países de nuestro entorno. Sin embargo, hay muchas otras normas protocolarias que se imponen en otras latitudes y que aquí resultarían del todo extrañas:
Mejor fuera que dentro
Para nosotros, esta sería una costumbre absolutamente imposible de asimilar… aunque pusiéramos todos los esfuerzos del mundo en sobrellevarlo, sólo unos pocos serían capaces de mantener el gesto si alguno de los comensales decide que es un buen momento para eructar. Sin embargo, esto no es así en todas las culturas.
En algunas latitudes, no sólo no es considerado ‘mala educación', sino que -de hecho- se considera de etiqueta. Es lo que ocurre en China o en la India, por ejemplo. En otros lugares, como en Filipinas, no es que sea signo de buenos o malos modales… es que es algo a lo que no se le presta ninguna atención, por lo que simplemente pasa desapercibido.
Uno para todos y todos para uno
Si hablamos de normas de etiqueta, el caso etíope también es bastante curioso. Al parecer, en este país del cuerno de África no está bien visto utilizar platos individuales, porque se considera un desperdicio. Es obligado comer todos de un plato grande en el centro de la mesa y hacerlo, además, con la mano. La etiqueta en este país también exige que las piezas de carne sean lo último que se consuma. Esto tiene bastante sentido, dado que la carne es más valorada. Es lógico que el protocolo obligue a llenar el estómago primero con otros alimentos y así comer la carne sin tanta hambre.
Cada cubierto en su lugar
En Tailandia, el tenedor no debe rozar nunca los labios. La única misión de este cubierto es llevar la comida del plato a la cuchara, que es el único cubierto que podemos llevarnos a la boca. Sin embargo, es cada vez menos común observar este comportamiento entre los tailandeses, sobre todo en aquellas zonas del país más abiertas al turismo.
Sorber la sopa
En Japón, es común y hasta incentivado tomar la sopa sorbiéndola del plato directamente, en vez de usar una cuchara. Se dice que, al usar la cuchara para llevar la sopa a la boca, se pierde parte del sabor, por eso es mejor sorberla. También es considerado un error dejar los palillos clavados en el arroz, algo en lo que mucha gente de nuestro entorno podría haber pecado sin saberlo, ya que no están acostumbrados al uso de palillos. Además, en Japón no es adecuado servirse uno misma bebida, sino que se debe servir primero a los demás y permitir que los demás te sirvan a ti.
No comas con la mano (izquierda)
Existen muchos países que, por comodidad, religión o cultura, usan sus manos a la hora de comer. Ya hemos hablado del caso de Etiopía, donde es común comer con la mano directamente de un plato comunal, pero también podemos señalar el caso de la India o el de los países islámicos. Desde Marruecos hasta Malasia, pasando por Egipto o Arabia Saudí. En todos ellos es tolerado e incentivado comer los alimentos utilizando las manos. Bueno, en realidad, utilizando únicamente la mano derecha, ya que la izquierda se considera impura. Aunque en los países del Magreb, como Marruecos o Argelia, van un poco más lejos, porque los comensales sólo utilizan el pulgar y el índice, con los que forman una especie de pinza que luego se llevan a la boca. Por contra, comer con toda la mano es sinónimo de glotonería.
¿Me lo como todo?
En algunos países, como China o Rusia, no es mala educación dejar comida en el plato. De hecho, es señal de buena educación, porque indica que el anfitrión ha sido generoso y que no te ha faltado comida. Si te terminas todo, podrías dar a entender que aún tienes hambre y que no te han servido suficiente. O sea, no es necesario comer todo lo que te han puesto en el plato... así le hacemos saber a nuestro anfitrión que no podemos más.
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