Modales

¿Por qué es de mala educación poner los codos encima de la mesa?

Esta una de las reglas de protocolo que siempre se deben respetar a la hora de comer, aunque no sepamos muy bien por qué debemos hacerlo

Mujer comiendo pasta con los codos en la mesa | Fuente: Dreamstime
Mujer comiendo pasta con los codos en la mesa | Fuente: DreamstimeDreamstimeDreamstime

No juegues con la comida, no hables con la boca llena, no comas con la boca abierta, (...). Todas estas leyes no escritas (y muchas otras) están absolutamente extendidas en nuestra cultura. Y cualquier persona educada las sigue a rajatabla. En algunos casos, estas normas tienen todo el sentido del mundo.Es evidente -por ejemplo- por qué no debemos hablar con la boca llena.

Los modales en la mesa están absolutamente extendidos en nuestra cultura, y cualquier persona educada las sigue a rajatabla | Fuente: Dreamstime
Los modales en la mesa están absolutamente extendidos en nuestra cultura, y cualquier persona educada las sigue a rajatabla | Fuente: DreamstimeDreamstimeDreamstime

Sin embargo, hay otros protocolos que se nos han impuesto desde que somos pequeños, que no parecen obedecer a ninguna lógica. Un ejemplo típico es el de no colocar los codos encima la mesa. No sabemos por qué era tan importante para nuestros padres que evitásemos hacerlo...posiblemente, ni siquiera ellos lo sepan. Sólo sabemos que hacerlo se considera de mal gusto.

Los modales en la mesa siempre han existido, aunque -como todo- han sufrido muchos cambios. Sin embargo, esto no ocurre con la norma de no poner los codos encima de la mesa, que es un comportamiento quese ha considerado de mal gusto desde hace mucho tiempo. De hecho, podemos señalar -incluso- una referencia en el Antiguo Testamento a este asunto, donde se puede leer cómo una persona debería avergonzarse tanto de “estirar el codo en la cena” como de “romper un juramento o un pacto”. Es decir, que era un asunto de honor.

Otra anécdota alrededor de este tema nos lo regaló Leonardo da Vinci, que -al parecer- era tremendamente sensible a los malos modales en la mesa. Y según cuenta la leyenda, en alguna ocasión llegó a obligar a los comensales a ponerse trajes con chorreras, para evitar que estirasen los codos para coger la comida del centro de la mesa. De esta forma, los invitados estaban más pendientes de evitar meter las mangas en el plato y evitaban levantar los codos por encima de la mesa, apoyando únicamente los antebrazos.

El protocolo dicta que no podemos apoyar los codos si hay comida en la mesa. Únicamente podemos apoyar los antebrazos | Fuente: Dreamstime
El protocolo dicta que no podemos apoyar los codos si hay comida en la mesa. Únicamente podemos apoyar los antebrazos | Fuente: DreamstimeDreamstimeDreamstime

La explicación más entendida es simplemente conjetural. Y postula que el objetivo norma era prevenir la violencia en las reuniones sociales. “Los modales en la mesa evitaban que nos saliéramos de nuestro espacio e iniciáramos una pelea”, explicaba Margaret Visser en su libro “Los rituales de la comida: Orígenes, evolución, excentricidades y significados de los modales en la mesa”.

Y es una teoría que puede tener sentido. Al fin y al cabo, los cubiertos actúan como un perímetro imaginario que delimita el espacio personal de cada comensal. Y cruzar esa “frontera” podía interpretarse como una amenaza... como una ruptura del orden establecido. La autora lo explica así: “la gente se asustaba cuando empezabas a tener malos modales. Se daban cuenta de que el tabú no funcionaba contigo y no sabían qué iba a hacer esa persona a continuación.