Terminator
Arnold Schwarzenegger casi rechazó su frase más icónica en 'Terminator': esta es la razón
Aunque Arnold Schwarzenegger no estaba convencido, una simple frase en 'Terminator' fue suficiente para consolidarlo como icono del cine de acción
Una sola frase en Terminator fue fundamental para consolidar a Arnold Schwarzenegger como una auténtica estrella de cine, pero lo cierto es que era un momento que al actor no le gustaba especialmente. La franquicia de Terminator arrancó con el clásico thriller de ciencia ficción que fue dirigido por James Cameron, el cual catapultó la carrera del actor a lo más alto del género de acción.
El éxito de la película demostró sin duda la habilidad de James Cameron como cineasta, pero es difícil imaginar que Terminator funcionara sin la actuación de Arnold Schwarzenegger como el icónico T-800. En ese momento, Arnold Schwarzenegger ya estaba en proceso de transición del mundo del culturismo al cine de acción, sobre todo después de su destacada actuación en Conan el Bárbaro.
Un instante que es historia del cine
Sin embargo, Terminator lo convirtió en la imagen indiscutible de la franquicia de ciencia ficción más mítica. Mientras que las otras películas de Terminator lo convirtieron en un héroe, Arnold Schwarzenegger estuvo excelente en su interpretación como una máquina de matar que carecía de emociones. De hecho, una frase en particular se ha convertido en un momento cinematográfico icónico. Eso hace aún más impactante que Arnold Schwarzenegger intentara cambiarlo.
La escena en cuestión se produjo cuando Arnold Schwarzenegger llegó a una comisaría para asesinar a Sarah Connor. Tras ser informado por un policía que tendría que esperar, Terminator inspeccionó el lugar y poco después dijo "volveré". Después de eso, el personaje del T-800 estampó su coche contra la comisaría y comenzó un tiroteo con toda la policía.
Se convirtió en un momento icónico al instante, uno contra el que Arnold Schwarzenegger luchó. En una entrevista, Arnold Schwarzenegger recordó una conversación con James Cameron en el set de rodaje de Terminator en la que le pidió que cambiara ese diálogo en cuestión. Lo cierto es que tenía razón al afirmar que le podría resultar un poco incómodo, ya que Terminator es una máquina y sería más coherente que hablara de manera más formal.
Sin embargo, James Cameron también acertó al ceñirse a su propia escritura. La frase da la impresión de que Terminator intenta sonar de manera normal, lo que la hace más graciosa dada su inexpresividad. Por suerte, la respuesta que James Cameron le dio a Arnold Schwarzenegger lo convenció de que confiara en el guion original. El resto es historia del cine.