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Rock

Tupés imposibles y octogenarios rockabillys: el rock de los 50 nunca muere

El rock de los 50 está más vivo que nunca. El festival Rockin’ Race Jamboree de la localidad malagueña de Torremolinos, que se celebra hasta el domingo, es un viaje en el tiempo que une a octogenarios con chaquetas de cuero, suecos con tupés imposibles y alemanas con vestidos de flores y pañuelos en la cabeza. Es difícil que este encuentro musical, que lleva 26 ediciones, deje indiferente a alguno de sus asistentes. Cerca de 20.000 rockabillys de muy distantes lugares y amantes del rock and roll, del swing o del blues se sumergen en la época de mediados del siglo XX al ritmo de sus estilos más icónicos: rockabilly, country, blues, rythm & blues o el cajún.

Una cita marcada por la música y la estética de los asistentes al festival, de muchas nacionalidades y edades que cuidan hasta el más mínimo detalle sus patillas o los vaqueros ajustados. Un hotel se ha convertido este viernes en el protagonista del certamen. En la piscina exterior, frente al paseo marítimo y bajo un sol que ignoraba estar en febrero, más de 200 rockabillys se bronceaban a la vez que bebían cerveza y escuchaban música, mientras en una sala anexa cerca de cien vibraban al unísono al ritmo del rock que interpretaba la banda “Blackjacks feat. James Creighton”. Algunos llevan veinte años acudiendo a este festival; otros lo hacen por primera vez, pero a la pregunta de Efe sobre si volverán, todos lo tienen claro: “of course”.