Coronavirus

Un superviviente del Holocausto, primera víctima mortal en Israel

Aryeh Even falleció a los 88 años en Jerusalén. Había llegado al país siendo un adolescente en 1949 desde Hungría

Arhyeh Even falleció a los 88 años en Jerusalén tras sufrir los horrores del nazismo en la Segunda Guerra Mundial
Arhyeh Even falleció a los 88 años en Jerusalén tras sufrir los horrores del nazismo en la Segunda Guerra MundialTwitter

Aryeh Even falleció el pasado viernes por coronavirus. Fue la primera víctima mortal de la pandemia en Israel, un país relativamente poco afectado todavía aunque lucha ya con drásticas medidas para evitar su propagación.

Pero el fallecimiento de Aryeh no solo ha sido un toque de atención para todo el país para que se ponga en guardia. También ha sido un golpe al corazón colectivo, a que era un sobreviviente del Holocausto nazi.

A sus 88 años de edad, vivía en una residencia de ancianos de Torre Nofim, en Jerusalén, donde contrajo la enfermedad junto a otros compañeros. Ingresó con un cuadro clínico muy grave el viernes en el centro hospitalario Shaare Zedek, en Jerusalén, y pese a los esfuerzos de los médicos, falleció. Un portavoz del Ministerio de Sanidad confirmó su muerte, informando además de que otros diez de los contagiados están en estado crítico.

Había nacido en Budapest en 1931, y diez años más tarde, en lo más duro de la Segunda Guerra Mundial, su padre fue trasladado a un campo de trabajo, y después al campo de Mauthausen, según consta en los datos del Yad Vashem, el centro oficial israelí dedicado a la memoria de las víctimas. Con su madre y su hermano fueron deshauciados y encontraron refugio ocultos en una casa bajo proteción de las autoridades suizas. Pero se vieron obligados a huir y cambiar de escondite varias veces al amparo de la noche.

Tras el final del conflicto bélico, en 1949, dejó su país natal y llegó a Israel. Lo hizo solo. Allí se estableció definitivamente y fue partícipe de la creación del Estado judío. Trabajó como funcionario y realizó varias misiones en el extranjero junto a su mujer, Yona, que falleció en 2012, informa el diario “Ha’aretz”.

Tenía cuatro hijos, 18 nietos y un bisnieto. "Era un hombre querido y amado, que vivió una vida plena, dedicado a su familia, un hombre fuerte hasta el final. Lamentamos que haya pasado sus últimos días y momentos cuando los miembros de su familia no pudieron estar a su lado”, se lee en un comunicado.

Era merecedor de todos los honores, pero debido a las restricciones sanitarias impuestas por las autoridades, tuvo un funeral privado, limitado a 20 personas que mantuvieron la distancia obligada de separación. Una enfermera que le atendió en sus últimos momentos de vida, Rachel Gemara, ha lamentado en las redes sociales que no pudiera ser enterrado con todo el ritual judío debido a los protocolos de Sanidad.

Endurecimiento de medidas

Las autoridades israelíes anunciaron ayer un endurecimiento de las restricciones en todo el país tras confirmar un total de 945 casos de coronavirus, frente a los 833 del pasado sábado.

A partir de ahora, el estado puede aplicar medidas adicionales que limitan el movimiento de personas y la apertura de los comercios, con la autoridad de imponer multas o encarcelamiento de hasta seis meses para los infractores.

Los israelíes podrán salir brevemente de sus domicilios mientras permanezcan cerca de casa. También pueden participar en el culto religioso, incluidos baños rituales y ceremonias como bodas y funerales, siempre que se observe la ordenanza que limita las congregaciones a solo diez personas.

En lo que al balance se refiere, hay 297 personas hospitalizadas, 20 de ellas en estado crítico, 344 que se han quedado en casa y 97 internadas en hoteles adaptados específicamente para alojar a enfermos.