Los misterios de las risas de los bebés: ¿Qué significan realmente?

Numerosos padres tienen la creencia de que sus bebés sonríen en los primeros meses o incluso en las primeras semanas de vida. Sin embargo, esto no es del todo cierto. Lo que a menudo percibimos como una sonrisa en realidad es una expresión facial que carece de un significado especial. Se trata de un acto involuntario y se diferencia de una risa genuina.

Este fenómeno de sonrisa involuntaria suele manifestarse poco después del nacimiento del bebé y durante las semanas posteriores. Aunque los padres a menudo se emocionan al presenciarlo, es importante comprender que se trata de una respuesta refleja y no indica una experiencia de felicidad genuina por parte del bebé.

A medida que pasan los meses, el bebé comienza a desarrollar la capacidad de expresarse y, en consecuencia, puede empezar a esbozar verdaderas sonrisas. Generalmente, esto ocurre cuando el bebé está en un estado de calma y se siente contento. Puede sonreír al ver alimentos o cosas relacionadas con ellos, así como al experimentar una sensación de bienestar.

Es durante este período que los estímulos externos, como la presencia de sus padres u otras personas cercanas, se vuelven especialmente apreciados por el bebé, lo que facilita la aparición de sonrisas genuinas.

¿Carcajadas?

Algunas de las risas del bebé pueden ser muy divertidas. Estas carcajadas suelen manifestarse alrededor de los 5 meses de edad, y se caracterizan por la emisión de sonidos audibles. Este tipo de risa es una etapa posterior en el desarrollo emocional del bebé y a menudo se produce en respuesta a estímulos humorísticos o interacciones placenteras con sus cuidadores.

La sonrisa auténtica, que se produce de manera voluntaria y revela el bienestar del bebé, generalmente aparece en los meses siguientes. En este punto, el bebé sonríe cuando se siente cómodo, disfruta de las caricias, observa algo que le agrada, recibe un masaje o experimenta cosquillas. Este es un momento especialmente tierno y gratificante para toda la familia.

A medida que el bebé crece y se desarrolla, aprende a identificar a las personas de confianza y muestra esta sonrisa genuina, en su mayoría, a aquellos que conoce y aprecia, mientras que puede ser más reservado con personas que le resulten menos familiares o cercanas a partir de los ocho meses de edad, no mostrando la misma expresión facial.