¿Oso o humano disfrazado? La verdad detrás del sorprendente vídeo viral

En tiempos de 'fake news' y desinformación, una singular escena en un zoológico chino ha generado incertidumbre y debates en las redes sociales. Un vídeo que muestra a un oso de pie, saludando a los visitantes y comportándose de manera peculiar ha llevado a muchos a cuestionar si se trata de un oso real o un humano disfrazado.

La repercusión ha sido tal que el zoológico de Hangzou, donde se filmó la escena, se ha visto obligado a emitir un comunicado para aclarar la situación. La especie de oso en cuestión es el oso malayo, y aunque algunas personas continúan insistiendo en que se trata de un humano disfrazado, las similitudes son simplemente coincidencias.

Curiosamente, esta controversia surge justo después de que un japonés se haya hecho viral por aparecer en un vídeo transformado en perro. El hombre gastó una considerable suma de dinero en un disfraz hecho a medida para cumplir su sueño de "convertirse en animal". Aunque las comparaciones pueden parecer evidentes, la realidad es que el oso malayo es una especie legítima y no un humano disfrazado.

La explicación de los pliegues en su trasero también ha sido proporcionada por expertos en estos animales. Estos pliegues ayudan a proteger a los osos malayos de los depredadores, ya que les permiten dar la vuelta en su piel y defenderse si se encuentran en peligro.

El zoo chino ha querido aclarar a su público que este tipo de confusiones no es inusual y que el oso en cuestión, Ángela, es una de las especies más pequeñas del mundo. Los osos malayos son originarios de las selvas tropicales del sudeste asiático y, aunque su tamaño pueda sorprender a algunos, son animales reales y no disfraces.

En un toque de humor, el comunicado del zoo enfatiza que cualquier persona que intente llevar un disfraz de oso bajo el calor del verano no duraría más que unos minutos antes de desmayarse. La polémica ha sido aclarada, pero este curioso episodio demuestra cómo en la era de la información, las apariencias pueden ser engañosas y las teorías conspiranoicas pueden surgir en las situaciones más inesperadas.