Política

Andalucía

Movimientos contra Díaz remueven la trastienda de un PSOE-A «de capa caída»

Sectores del partido tejen alianzas, descontentos porque «no se ha sabido reaccionar» ni a la pérdida de la Presidencia de la Junta ni a la sentencia de la pieza política del «macrocaso» de los ERE

La secretaria general del PSOE-A y ex presidenta andaluza, Susana Diaz
La secretaria general del PSOE-A y ex presidenta andaluza, Susana DiazManuel Olmedo

Es tiempo de espera, pero no de inactividad. Los movimientos en el PSOE andaluz no están a plena vista, pero existen. «El partido está de capa caída», reconoce un histórico de la formación, quien explica a LA RAZÓN que éste ha tenido que afrontar desde el pasado mes de diciembre dos hechos, con un «relevante añadido», que lo han cimbreado. Alude a la pérdida del poder tras las elecciones autonómicas del 2D que permitieron que PP y Ciudadanos desembarcaran en San Telmo tras más de tres décadas de gobiernos socialistas, y a la «durísima e inesperada» sentencia de la pieza política del caso de los expedientes de regulación de empleo (ERE) presuntamente fraudulentos, que ha condenado a un grupo de ex altos cargos de la Junta, entre los que se encuentran los ex presidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán, quienes «lo han sido todo en el partido». ¿Y cuál es el «añadido» al que se refería? La respuesta a ambas realidades por parte de la dirección de la federación históricamente con más músculo del PSOE, con Susana Díaz al frente.

Varias fuentes coinciden en que «ni se ha sabido reaccionar a lo primero ni a lo segundo». Creen que «no se está haciendo una oposición al llamado Gobierno del cambio como se debería» y que, en relación a la resolución judicial, «no basta con pedir perdón y repetir ‘yo no estaba’». «Hemos estado al frente de la Junta casi 37 años y algo habremos hecho bien, más allá de los ERE. Es el momento de recordarlo, de exponérselo a los andaluces y de no dejar el campo abierto a los discursos apocalípticos y de brocha gorda. Hay que desmontar las mentiras que se están contando e insistir en que los condenados ya asumieron sus responsabilidades políticas», deslizan.

Hay a quien no le ha gustado que «Díaz se fuera a Madrid a dar explicaciones –se pronunció por primera vez sobre el fallo en un programa televisivo de La Sexta–» y a otros les rechinó el que «se pusiera prácticamente al mismo nivel de responsabilidad que Pedro Sánchez», el actual secretario general del partido que intenta sacar adelante un Gobierno para no tener que convocar elecciones generales por tercera vez. Son esas negociaciones para desbloquear la investidura del socialista y conformar un Ejecutivo central, las que, «paradójicamente» y según anotan otras fuentes, «han dado aire», al convertirse «en la prioridad», a una Díaz con la que «han dejado de identificarse muchos socialistas andaluces», lamentan.

«Todo el mundo sabe que Susana está muerta menos ella», condensan de otro lado. De hecho, se siguen tejiendo redes y alianzas entre distintos sectores del partido en la comunidad, «sanchistas» y no, para «estar preparados» y presentar una «alternativa sólida» a la ex presidenta del Ejecutivo regional en las Primarias que se celebren cuando se convoque el próximo Congreso regional. No descartan que ese cónclave «se celebre en 2020» ni que de él salga un nuevo líder que «no coincida luego con el candidato a la Presidencia de la Junta».

Las reuniones, las conversaciones telefónicas e incluso el afine de estrategias discursivas contra Díaz se suceden, con especial intensidad en las provincias de Jaén, Huelva, Sevilla y Cádiz, de acuerdo a lo que las fuentes consultadas trasladan a este periódico. Falta saber quién dará el paso hacia adelante en público, pero en las entrañas del partido se avanza desde hace semanas.

En lo que no se ponen de acuerdo las fuentes sondeadas es en quién debería ser el relevo de Díaz. Si bien, hay quien señala que «tendría que ser alguien que no procediera del susanismo activo, pero tampoco del antisusanismo activo», con quien «abrir verdaderamente una nueva etapa», ya que «regenerar el partido va a costar esfuerzo».

«La actual secretaria general está en una posición de clara debilidad porque el resto de partidos ha olido la sangre y no van a soltar a la presa», analizan, para añadir: «Cuando esto pasa en política es irreversible, por mucho que te empeñes en una huida hacia delante». La tierra socialista está removida.