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Andalucía

Cuatro mil maltratadores han evitado la cárcel este año

La violencia de género es el tercer delito con más presos y el primero en penas alternativas dictadas, que suponen no entrar en prisión

Centenares de personas participaron en la manifestación con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer en Sevilla
Centenares de personas participaron en la manifestación con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer en SevillaJosé Manuel VidalEFE

El tercer delito con más presos y el primero en medidas alternativas para eludir la cárcel. La violencia de género, lejos de reducirse, sigue aumentando. Este año, son ya trece las asesinadas en Andalucía y solo en los primeros seis meses del año se interpusieron casi 17.000 denuncias. Las condenas a maltratadores se cuentan por miles, pero muchas de ellas son «blandas» y permiten a los condenados eludir: en este año, se han realizado 4.635 mandatos judiciales de penas alternativas para evitar entrar en la cárcel, según las estadísticas publicadas por Instituciones Penitenciarias hasta el tercer trimestre. En unos casos, esas penas las impone el juez en su sentencia; en otros, los acusados optan por acogerse a una medida que les permite continuar en libertad.

Según fuentes de Instituciones Penitenciarias, los casos de violencia de género grave entran en prisión y lo hacen también los reincidentes, aunque las condenas no superen los dos años. Sin embargo, hay muchos maltratadores que «compensan» sus delitos con trabajos en beneficio de la comunidad, adaptados a su día a día para interferir lo menos posible en su rutina.

Según el último balance penitenciario, en Andalucía se ha solicitado este año que 1.764 condenados por violencia de género se acogieran a esas medidas alternativas, que en la mayoría de los casos son los propios abogados defensores quienes las solicitan. Así lo explican fuentes jurídicas, que detallan que para obtener esos beneficios deben cumplir ciertos requisitos, como no ser reincidentes o no tener antecedentes penales, defendiendo que se trata de medidas excepcionales «para no penalizar al reo más allá de lo que le corresponde».

Los delitos por violencia de género son los que mayores beneficiados tienen, como atestiguan los más de 4.500 condenados que están realizando penas alternativas. Casi dos mil están a la espera de que se les asigne un destino para realizar trabajos sociales.

Según los últimos datos publicados por el Gobierno con motivo del 25-N, día mundial contra la violencia machista, 4.308 hombres están privados de libertad por la comisión de un delito de violencia de género en toda España. El maltrato es, sin embargo, la causa más común en condenas a penas y medidas alternativas a la prisión con 20.822 nuevos mandamientos judiciales en lo que llevamos de año, de los que el 22% corresponde a Andalucía. El perfil del maltratador encarcelado es el de un español (78% de los condenados), de entre 41 y 60 años (45%).

Los maltratadores condenados tienen la opción de acogerse a programas para su reinserción. Según Instituciones Penitenciarias, desde el año 2001 se trabaja con a través de los programas PRIA y PRIA-MA, que rebajan la reincidencia a tasas de entre el 8,6% y el 6,8%, respectivamente. En la actualidad se interviene sobre casi diez mil condenados en todo el país. Desde Instituciones Penitenciarias apuntan que esta intervención es voluntaria en el caso de los condenados a prisión y se imparte actualmente en 48 centros en todo el país, con un total de 940 participantes. En el caso de las medidas alternativas, la suspensión de la condena lleva aparejada la obligación de someterse al tratamiento, que en este año ha intervenido sobre casi 8.600 maltratadores.

Durante 2018, en Andalucía 2.758 personas condenadas a penas y medidas alternativas por violencia de género realizaron el programa PRIA-MA de reinserción; una cifra que se ha superado en este ejercicio, cuando se han alcanzado los 2.857, según datos facilitados a LA RAZÓN, detallando que incluirían en este recuento los trabajos en beneficio de la comunidad.

Dos programas de reinserción para minimizar la reincidencia

Las estadísticas sobre reinserción avalan el éxito de estos programas. En el caso del PRIA, el último informe se realizó entre 2007 y 2010 sobre una muestra de 1.065 presos. La reincidencia (reingreso en prisión por un nuevo delito de violencia de género) de quienes no lo finalizaron fue del 13,7%; en el caso de los que sí terminaron la terapia se redujo al 8,6%. En el caso de PRIA-MA, según Instituciones Penitenciarias, el último estudio elaborado por la Universidad Autónoma de Madrid es de 2017. Se estableció como criterio de reincidencia solo la denuncia policial, sin necesidad de condena, en los cinco años posteriores a la realización del programa y fue del 6,8%. Este segundo proyecto incluye una fase de intervención individual intensa, previa a la grupal, o el aumento de su duración hasta las 37 sesiones.