Andalucía
La Junta arrastra becas contra el abandono escolar sin resolver desde 2014
Educación tiene 2.400 solicitudes pendientes desde hace cinco cursos, correspondientes a las tres ayudas específicas que se crearon para permitir a estudiantes con dificultades continuar sus estudios
Solicitar una beca para poder continuar los estudios y que años después la Administración siga sin responder si te la ha concedido o no. Es lo que les ocurre a 2.400 estudiantes andaluces que pidieron en su día una de las tres ayudas creadas por la Junta para combatir el abandono escolar, según datos solicitados por LA RAZÓN a la Consejería de Educación. «Una vez que la solicitud es aceptada puede pasar que le falte documentación –como número de cuenta o algún dato del solicitante–», detallan por parte de la Consejería. No obstante, las correspondientes al curso pasado están correctamente resueltas todas, aseguran. Las más de dos mil pendientes de resolver corresponderían a solicitudes realizadas entre los cursos 2014/15 y 2016/17.
En todo caso, el objetivo es reducir la tasa de abandono, que se situó a finales del año pasado en el 21,9%, aún tres puntos por encima de la media española. Eso significa que todavía uno de cada cinco alumnos deja de estudiar nada más terminar la ESO o incluso sin obtener el título. Para atraer de nuevo al sistema educativo a ese alto porcentaje de jóvenes se concibieron la Beca 6.000, la Segunda Oportunidad y la Adriano. El éxito de esta medida se calibra en que cada curso la Consejería de Educación recibe casi 250.000 solicitudes. Sin embargo, el alcance de estas ayudas es limitado. Desde la Consejería aclaran a LA RAZÓN que «la mayoría de las solicitudes que se deniegan es por no cumplir los requisitos», que suelen ser muy restrictivos, especialmente en lo relativo a la renta máxima –oscila entre los 1.981 euros anuales para un miembro y los 14.000 para una familia de ocho personas–. Ejemplo de ello es la Beca 6.000, que supone un pago de seis mil euros para los beneficiarios –con un presupuesto de 30,2 millones este curso–, que deben asistir a clase y aprobar todas las asignaturas. La falta al 15% de las horas lectivas o suspender en la última evaluación obligaría a los alumnos a devolver el importe que hayan recibido. Esta ayuda nació para permitir a jóvenes en edad de trabajar continuar su formación, recibiendo a cambio un pago que aliviara la situación económica de sus familias, motivo por el que muchos se veían obligados a dejar los estudios. Entre las exigencias para mantenerla está la prohibición de trabajar o inscribirse como demandantes de empleo. Desde supuesta en marcha en el curso 2009/10 se han concedido más de 88.000, tal y como detalla Educación en su web.
La Beca Segunda Oportunidad, que dispondrá de 2,2 millones, se dirige a chicos de entre 18 y 24 años para que puedan completar su estudios de ESO, Bachillerato o ciclos formativos de Grado Medio. Desde el curso 2011-2012 se han concedido a más de 2.200 alumnos, según datos facilitados por la Junta. La Beca Adriano, con un millón de euros para este curso, permite seguir con enseñanzas postobligatorias a quienes les hayan denegado las becas del Ministerio por motivos académicos. Desde su puesta en marcha en el curso 2013/14, cuando se subió la nota mínima hasta el 5,5, se han concedido más de 4.200. A la incidencia de estas ayudas no puede achacarse exclusivamente la reducción del abandono escolar, pero la mejora de Andalucía en este ámbito es palpable en la última década: de encabezar el ránking negativo de comunidades, con un 37,9 en el año 2008 ha pasado al 21,9 del año pasado, rebajándolo en 16 puntos.
Casi un año de espera para recibir respuesta
Las becas propias de la Junta de Andalucía provocan desde su creación una queja unánime: la tardanza en resolver los expedientes, en ocasiones provocada porque debe esperar a que finalice la convocatoria general del Gobierno. El curso pasado, por ejemplo, la resolución definitiva de los beneficiarios de la beca Adriano no se publicó hasta septiembre, prácticamente un año después de convocarlas. La convocatoria para las de Segunda Oportunidad se resolvió en agosto, mientras que un mes antes lo hizo la Beca 6.000. En años anteriores los plazos se han dilatado en algunos casos aún más. Las becas Adriano correspondientes al curso 2017/18 se adjudicaron definitivamente en diciembre de 2018, casi seis meses después de finalizar el curso escolar. La Beca 6.000, la que mayor ayuda concede, se resolvió en julio en el año 2018. Lo habitual es que la respuesta de la Administración no llegue hasta que el curso ha concluido, algo que se debe en parte a la gran cantidad de solicitudes que debe analizar antes de aprobar definitivamente el listado de beneficiarios. Esa demora provoca que estudiantes con una situación económica muy precaria en sus familias no tengan asegurado su futuro. Las bases de la ayuda para este curso recogen que la cuantía de la Beca 6.000 «se devengará a razón de 600 euros por mensualidad vencida desde septiembre hasta junio». Establecen, además, que el plazo máximo para resolver y notificar la resolución del procedimiento será de tres meses. Teniendo en cuenta que se cierra este lunes, los alumnos no sabrán al menos hasta abril si podrán disponer de ese dinero, que para muchos significa su única oportunidad de continuar los estudios.
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