Andalucía
«Las cosas que sé que son verdad»: cuatro estaciones de la vida de una familia
El Teatro Central acoge, con las entradas agotadas, la nueva colaboración de Fuentes Reta y Andrew Bowell
Visto desde lejos, un año no parece un tiempo determinante dentro de una vida. De cerca, el transcurso de cuatro estaciones deja muecas en las personas, transformándolas quedamente. De ese espacio temporal cerrado que transcurre de una primavera a la siguiente se sirve el autor australiano Andrew Bowell en «Las cosas que sé que son verdad», un texto donde a través de la vida de una familia con cuatro hijos ya adultos desgrana las interioridades comunes a cualquier ser humano. La obra llega al Teatro Central la próxima semana con las entradas agotadas. El precedente de la colaboración de Bowell y el director teatral Julián Fuentes Reta se saldó con dos Premios MAX, al mejor director y al mejor espectáculo en el año 2015. «La sombra de ‘‘Cuando deje de llover’’ era muy alargada», reconoce Fuentes Reta sobre las expectativas levantadas en torno al estreno de un montaje que ha arrancado su gira en Bilbao antes de recalar en Sevilla el viernes. Como en la obra anterior, las relaciones familiares tienen un peso específico. «Son dos piezas distintas con una poética común y se sigue usando el elemento de la familia como núcleo para contar un montón de cosas», apunta.
«Bowell habla de problemas sociales, económicos, de identidad, de género... En dos horas hace un buen repaso de todo, no deja títere con cabeza», asegura el director teatral. Sobre el autor, destaca su capacidad para tratar «el ahora», abordando «temas sociales y mediáticos, como de qué manera la vida que llevamos en el siglo XXI está afectando a la gente». En su opinión, el mayor acierto es el espectro tan amplio desde el que profundiza en los temas, dando un espacio a todos los personajes, desde la joven hija de 21 años a unos padres que superan los 60 y cuyo mundo ha cambiado mucho respecto al que conocieron. «Ese rango de edades aporta perspectiva, que es algo muy importante hoy», según Fuentes Reta, para quien «a vista de pájaro, todos tenemos las mismas cuestiones y los mismos anhelos».
La obra arranca cuando el padre, que se encuentra solo en casa, recibe una llamada relacionada con algo que presumiblemente le ha ocurrido a uno de sus cuatro hijos. Partiendo de esa escena se suceden las escenas retrospectivas para mostrar las relaciones entre los seis miembros de la familia. La pequeña –la actriz novel Candela Salguero– es quien elabora esa «lista de cosas que son verdad» basándose en lo que ve a su alrededor, buscando certezas para «empezar a afrontar ahora todo lo que le queda por delante». Pero también están sus hermanos mayores y unos padres –Verónica Forqué y Julio Vélez– nacidos a mediados del siglo pasado. «Es un montaje que atiende a las necesidades, a los problemas y a las cuestiones de todos. Me resultó muy sorprendente que haya una obra dedicada también a la generación del 50, que luchó tanto y que ahora está viendo cómo en la última fase de su vida todo está cambiando». Frente a la «épica» de «Cuando deje de llover», el director alaba la «contención» de esta pieza, que transcurre en el jardín de la vivienda familiar y a la que el público, situado a cuatro bandas, asiste sintiéndose aludido por lo que ocurre en el escenario.
«Los giros de trama son siempre sorprendentes, como es la vida, eso que pasa mientras estás haciendo planes. Lo que sucede va a sorprender porque igual no te lo esperas, pero al mismo tiempo es perfectamente plausible, no hay ninguna salida de tono –detalla–. Es la vida misma». Esos resortes son los que provocan que el teatro de Bowell accione los mecanismos de la emoción sin artificios. «No sé si sabemos a dónde vamos, pero por lo menos hay que saber de dónde venimos. Es una obra construida desde el amor, desde esa noción de que las cosas se sostienen porque trabajamos los unos con los otros, y el amor de los padres hacia los hijos y de los hijos a los padres se extrapola. De alguna manera ofrece una esperanza y una calma», plantea.
Al final, cabe preguntarse ¿qué cosas son verdad? «Que dentro de nuestra imperfección, lo que nos sostiene y nos une es mucho más que lo que nos separa. Y eso es un tema universal», reflexiona el director. «Esta obra apuntala el hecho de que al final estamos aquí y nos vamos a tener que entender. Nosotros lo lanzamos como nuestro cometido y el público es el que recibe esto y se lo lleva a casa».
✕
Accede a tu cuenta para comentar