Agricultura
El campo se echa a la calle en Sevilla por unos mejores precios
«Tractorada histórica». Unos 5.000 vehículos y 16.000 manifestantes cortaron pacíficamente los accesos a la provincia, dando continuidad a las protestas acaecidas en el resto de la comunidad
«El Coletas comiendo lubina y nosotros en la ruina». El ingenio no faltó en las protestas de los trabajadores del campo. Los agricultores y ganaderos de Sevilla presumieron del éxito de la jornada de movilización unitaria en la que reivindicaron mejores precios para sus productos y durante la cual han cortado las principales carreteras de acceso a la ciudad con unos 5.000 tractores y 16.000 manifestantes, según sus datos. La jornada de movilización es la continuidad de las que comenzaron el 28 de enero por todo el país. En Andalucía ha habido movilizaciones en todas las provincias excepto en Huelva.
La movilización la convocaron COAG, UPA, Asaja y las cooperativas agro-alimentarias de la provincia, una unidad que los responsables de las organizaciones calificaron a Efe de «histórica», «sin precedentes en los últimos veinte años» y que «desbordó» sus expectativas.
La jornada de protesta empezó pronto en los cuatro puntos en los que se habían convocados a los profesionales de un sector que en Sevilla mueve unos 2.500 millones de euros anuales y genera en torno a 100.000 empleos, según sus cálculos.
En Carmona se dieron cita los responsables de las organizaciones convocantes y algunos responsables políticos, y en una gasolinera, con un aire entre festivo y reividincativo, se produjeron las primeras proclamas y arengas a los agricultores y ganaderos, la gran mayoría varones y ataviados de chalecos amarillos. «Si el campo no produce, la ciudad no come», recordaba una de las pancartas de los asistentes a la manifestación, durante la cual los organizadores recordaron que «somos agricultores, no delincuentes» antes de pedir a los más jóvenes, que «pierden más rápido los nervios», que obedecieran las órdenes de los convocantes de la movilización.
La necesidad de actualizar los precios de los productos agrícolas y ganaderos y el control de las importaciones «descontroladas» fueron dos de las consignas más reiteradas por los responsables de las organizaciones en los momentos previos al corte de cuatro de las cinco autovías que llegan a Sevilla. Los manifestantes portaron en su mayoría una bandera blanca con los logotipos de las cuatro organizaciones convocantes, creada en especial para la ocasión, y también se vieron numerosas enseñas andaluzas y algunas españolas. Luego, los tractores fueron a las carreteras y ocuparon un carril, dejaron libre otro para emergencias y la Guardia Civil dio paso cada quince minutos a los vehículos atascados, pero una hora más tarde, los manifestantes en tres de esas autovías comprobaron que los desvíos no causaban efectos en su movilización. Entonces, miles de agricultores y ganaderos ocuparon tres de las principales carreteras: la A4, la antigua autopista de peaje AP-4 y la A-92, y cortaron completamente el tráfico de vehículos durante un poco más de dos horas, tiempo tras el cual cejaron en su actitud sin ningún tipo de incidentes, según explicó a Efe la Subdelegación del Gobierno.Los manifestantes se retiraron a sus vehículos ordenadamente y la mayoría se consoló de la jornada de protesta con su bocadillo y refresco antes de regresar a sus localidades tras recibir el respaldo de prácticamente todos los ayuntamientos afectados, de distintos signos políticos. Por su parte, desde el SAT, su portavoz nacional, Óscar Reina, criticó que «las fuerzas del orden» no les dejaron «estar» por ser del sindicato, según denunciaron. «Para nosotros no hay libertad ni Constitución ni Estado de Derecho ni nada», indicó Reina. «Me he sentido como un perro. Maltratado, cercado, censurado, humillado, discriminado», continuó el líder del SAT. La lucha del campo continuará.
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